1. Con mi amigo Santiago


    Fecha: 15/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Gabriel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Con mi amigo Santiago.
    Santiago, es una persona muy especial para mí, a pesar de que manifiesta no ser Gay, es muy comprensivo conmigo y me ha dado más de una satisfacción, lo cual hace que nuestra relación de amistad sea mucho más sólida y verdadera.
    En esta oportunidad, comentare de una experiencia muy significativa para mí.
    Me encontraba una tarde en casa muy necesitado de sexo, pero por el tema de la pandemia, sin poder ir a una sauna o lugar de actividad Gay, entonces decidí llamar por teléfono a Santiago y luego de saludarle y conversar un poco, le comente sobre mi necesidad, como siempre tan comprensivo me pregunto si quería ir a visitarle al día siguiente en la mañana, justamente era lo que yo esperaba y acordamos que llegaría hasta su departamento en el cual vive solo, a las 09:00 horas.
    Me levante muy temprano para tomar un buen baño, una buena rasurada, algo de perfume y la ropa adecuada, como interior me puse un suspensorio muy pequeñito y sexi qua apenas cubre mi pene si esta flácido y los testículos, de color negro transparente, es decir muy apropiado para las circunstancias y salí rumbo a su departamento muy ilusionado y además con algo de excitación.
    Al llegar como es nuestra costumbre, saludamos afectuosamente con un abrazo y en esta oportunidad le pregunte si le podía dar un beso en la mejilla y me acepto de muy buen agrado.
    Luego me dijo, sigues tan necesitado de sexo como me manifestaste ayer? Le contesté que sí y que esperaba su comprensión al ...
    ... tiempo que le pedía disculpas por este abuso de confianza, contestándome Santiago, que no me sienta mal, que él lo hace con mucho cariño y que siempre estará listo para apoyarme en lo que yo pueda necesitar, me hizo sentir muy bien y le di un abrazo.
    Santiago es fisioterapeuta y por obvias razones tiene su camilla, así que me invito a pasar a su lugar de trabajo y me dijo, que me sienta cómodo que me daría un masaje de relajación, dicho esto me saque toda mi ropa a excepción del mini suspensorio, que me pareció le excito algo a mi amigo porque fue notorio una erección.
    Me acosté boca abajo y empezó el masaje con una suavidad increíble que aportaba aún más a la excitación, dejando caer unas cuantas gotas de aceite directamente en mi orificio anal, para luego con sus manos en el área de mis glúteos, con suaves pases sobre el orificio, así como con su otra mano, acariciando mis tetillas, que reaccione levantando mi colita para que me dé mayor atención a mi orificio anal. 
    Sus dedos con mucha suavidad se centraron en el área de mi orificio proporcionándome un placer indescriptible durante varios minutos, que me hacían sentir al borde de desfallecer, pero trataba de controlar y disfrutar el mayor tiempo posible, fue cuando retoro sus manos y para mi sorpresa vi que se colocaba un guante de látex quirúrgico y me excito mucho más, porque sabía que venía lo mejor, lubrico con un poco de aceite y regreso a mi orificio, que ya estaba muy deseoso de ser introducido, suavemente empezó a ...
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