Complaciendo a mi marido - Relatos Eróticos

Complaciendo a mi marido

Todo empezó un día que después de haber tomado con mi esposo unas cervezas se quedó dormido, como toda esposa curiosa comencé a revisar su celular y encontré unos mensajes con una maestra de la escuela en la que trabajan escribiendo como les gustaría coger en un motel. Cuando lo leí me llene de furia y le reclamé a mi esposo lo que había descubierto. Él me dijo que todo era un juego y que era incapaz de serme infiel. La verdad no le creí ya que en varias ocasiones lo había cachado en situaciones muy coquetas con esa maestra. Pero decidí darle otra oportunidad.  Debo confesar que con el paso de los días cuando hacía el amor con mi esposo me gustaba imaginarlo cogiendose a la maestra y eso me ponía muy cachonda y excitada.  Por lo que decidí hacerle realidad su fantasía y obvio también la mía. Le pedí que invitara a la maestra a cenar en la casa, se sorprendió y se negó pero lo convencí diciéndole que me tenía que demostrar que lo.que había descubierto no era real. Por lo que tuvo que aceptar. La maestra no estaba de acuerdo en ir pero no se como la convenció. Ese día me súper arreglé me puse un vestido entallada que dejaba ver me enorme y bien formado culo. Cabe señalar que la maestra tenía como principal atractivo unas tetas grandes y bien formadas. Y pues obvio esa noche llegó mostrando lo ...

... que para mí era lo que más deseaba mi marido. Comenzamos a cenar y pues obvio no podía faltar el alcohol.  Ya cuando noté a mi esposo y a su compañera desinhibidos les pedí que hicieran realidad la fantasía que les había descubierto. Como la maestra no se animaba fui yo la que se acercó a mi esposo y montandome entre sus piernas los comencé a besar apasionadamente. La maestra comenzó a quejarse de placer por lo que le pedí que se acercara a nosotros. Cuando se acercó le dije que se quitara su blusa y salieron a relucir sus enormes pechos. Mi esposo quedó abobado ante las tetas de la maestra  y le dije que se acercara a mamarlas no lo pensó dos veces y comenzó a chupar lo que había deseado desde hacía varios meses. Me excito mucho ver como estaban disfrutando que me acerqué y tomé una de las tetas de la maestra y me la metí en la boca para chuparsela esto prendió más a mi esposo que no tardo en sacarse la verga bien parada.  Y como pudo se la metió a su compañera. Yo comencé a besarle la boca a la maestra.  No cabía duda que era una experiencia muy excitante. Mi marido cogiendose a la maestra mientras ella y yo disfrutábamos en tocarnos. La noche terminó con un rico orgasmo que disfrutamos los tres. Mi marido quedó muy complacido y yo descubrí lo rico que es experimentar acariciar a una mujer.