Reencuentro pasional entre yo y mi madre Julia - Relatos Eróticos

Reencuentro pasional entre yo y mi madre Julia

Hola. Voy a contarles mi historia. Tengo 31 años y soy hijo único. Mi padre es piloto de avión y muy mujeriego a tal punto que hace ya seis años se radicó en España con su familia paralela. Dejó a mi madre sola y si bien nos llama dos veces al año para nuestros cumpleaños y a veces le gira dinero a mamá, se ha borrado de nuestras vidas. Mi madre se llama Julia y es profesora de letras. Tiene 53 años muy bien llevados. Hace gym, es coqueta, elegante, viste bien y tiene un muy buen cuerpo. Además es bella de rostro. Pelo largo, lascio, morocha de piel blanca y ojos negros achinados. A pesar de los años se mantiene muy bien. Hablando sinceramente mi madre está muy fuerte. Es un fierrazo caliente y está para darle. Tiene una cinturita divina, es flaca pero formada con un lindo culo de sabrosas nalgas y un delantera descomunal. 120-60-90. Cadera fina. Orto para la foto y unas tetas....impresionantes.
Yo nunca me había percatado en ella hasta hace muy poco. Vivimos en Buenos Aires pero yo soy ingeniero y viajé dos años a trabajar a México. Volví hace dos meses y esta historia paso hará cosa de veinte días.
Si bien mi madre está bárbara y candidatos no le faltan entre lo alumnos y docentes que se la quieren garchar ella no tiene vida sexual plena. Salvo un par de citas no seria s y alguna encamada con algún pendejo muy casual, ella no coge seguido desde que mi papá la dejó.
Mi vida sexual es difusa. Rompí con mi novia que no me daba buen sexo y me fui al exterior. En México tuve ...

... alguna encamada con putas y nada mas. 
En el ínterin mi madre tuvo poco y nada de mal sexo. Ambos estábamos igual, saciando fantasías con la imaginación y la masturbación nocturna.
No tenia problemas en acostarme con maduras pero las milf no eran mis fantasías recurrentes. Hasta que empezaron a serlo.
Se ve que la noche demo regreso al país, mamá estaba muy excitada. Tuvimos un día lindo. Abrazos, regalos, recuerdos. Mucha charla. Cena y copas. Nos fuimos a dormir cada uno a sus cuartos...pero...
En un momento de la noche me levanté para ir a la cocina cuando escuché desde la recamara de mi madre que ella se estaba masturbando. Todo bien hasta ahí. Primero me dio risa, luego curiosidad y finalmente mucho morbo. Me acerqué a la puerta cerrada para oír mejor sus deliciosos gemidos y debo confesar que se me paró la pija al toque. Mientras Julia se pajeaba lindo y gemía escuché con nitidez que repitió varias veces: si bebé, cogeme,cogeme fuerte, si hijito cogete a mami que estoy caliente. Hijo,  garchame, si.
Eso fue un antes y un después. Allí nomas me di cuenta de que mi mamita era una milf caliente como perra en celo que quería como cualquier mujer merece, un buen pijazo. 
M fui a mil a mi pieza y me pajie por primera vez pensando en ella. Que hermosa sensación. Imaginaba que mi madre y yo cogíamos y que en verdad su concha, su culo y sus tetas podían ser para mi. Y que culo y que gomas...
Como no lo había notado antes, que pedazo de hembra para atender. Cuantas cosas ...