Mí inocencia interrumpida - Relatos Eróticos

Mí inocencia interrumpida

Hola mi nombre es Nidio y la historia que le contaré fue verdad y que ahora que tengo 30años siempre me viene a la mente tal aventura vivida en mi niñez. Primero les comento que soy de contextura delgada y de unos 1.70 de altura de  tez blanca y bien parecido sin presumir ya que tengo mucha atención de las personas que me ven. Soy felizmente casado con hijos, por lo que ya saben como se dice dentro del clóset. Bueno a lo que estoy aquí. Cuando cursaba el comienzo de la primaria en mi escuela de varones en  mi pueblo natal apartado de la ciudad de Medellín y comenzando el año escolar estaba yo en mi escuela de la mano de mi madre que me acompañó para enseñarme el camino de  casa al colegio y luego yo lo haría solo. Yo en esos entonces más pequeñito y flaquito y por darme cuenta el mas chiquito de mi aula. Por primer día uno tenía que escoger su sitio y como yo era el más chico escogí una carpeta doble (osea para dos alumnos) en la primera fila cerca del pupitre y del pizarrón. Mi aula tenía una capacidad para unos 30 alumnos, pero éramos 29 así que tenía 15 carpetas, eso quiere decir que la última carpeta se sentaría un solo alumno, y pero como el salón era tan grande que de carpeta a carpeta tenía buen espacio. En fin llegó el momento de conocer a nuestro profesor el cual de pronto apareció un tipo alto bien formado moreno y bien vestido que emanaba una apariencia de respeto y rectitud (para mí infundía miedo) al pararse frente a nosotros se presentó y nos dijo que solo él ...

... era la autoridad y que deberíamos tener orden y obediencia en todo. Todos estábamos de pie y él en silencio comenzó a observarnos de pies a cabeza y nos preguntó a cada uno nuestros nombres, como yo estaba primero al sentir su mirada como recorría mi cuerpo me hizo sentir diminuto y me dio escalofríos. Después de su repaso ocular de todos y con pasos firmes de nuevo llegó a mi y me dejó helado y confundido al decirme que mi sitio no era ai sino en la última carpeta, así que debería cambiarme con el compañero del último. Yo en mi asombro y confundido por tal cambio sumisamente opté por hacer caso y por mi cabeza no podía asimilar porque siendo el mas pequeño me puso al final. Ya en clases nuestro profesor comenzó hacer clases y  llenar el enorme pizarrón de muchas escrituras y después nos ordenó copiar todo en nuestro cuaderno. Todos hacían sin problema lo que dijo el profesor menos yo ya que no podía ver bien por la lejanía y mi pequeñez que por ratos me paraba para ver bien el pizarrón. De pronto dentro de un silencio de todos por tal tarea veo que el profesor por ratos clavaba su mirada en mi y lo hacía de una forma que me erizaba la piel y no comprendía cuál era su propósito de su obrar. Pasaron varios días y siempre me chocaba con su mirada y por ratos pareciendo que me hacía gestos y se sonreía pero no sabía si eso era producto de mi imaginación o era verdad, estaba totalmente desconcertado y sin darme cuenta yo también buscaba su mirada y eso me daba mucha vergüenza y me ...