1. Mi mayor obsesion


    Fecha: 03/07/2017, Categorías: Anal Autor: andres12, Fuente: RelatosEróticos

    Bueno contare no un relato sino algo que ha marcado mi vida, empezare diciendo que hace unos años sucedió esto, y que hasta hoy me he atrevido a plasmarlo en las siguientes líneas;
    
    Hace un tiempo trabajaba en un complejo industrial, en donde conocí a muchos camaradas (amigos), pero por esas fechas yo estaba recién casado y tenía todo lo que se necesita con mi esposa, no obstante a eso había una persona que me gustaba y me atraía demasiado sobre todo sus nalguitas, era mi cuñada, pero en fin.
    
    Tanto era la obsesión de llevármela a la cama que no sabía que hacer me volvía loco su hermoso y redondito culito, hasta que un buen día platicando con un compañero del mismo trabajo el me dio la idea de dormirla y así obtener lo que yo quería de ella, entonces le pregunte que como podía conseguir pastillas para dormirla, él me dijo que eso no era problema ya que él era paramédico y que tenía acceso a esas pastillas, que a cambio de darme algunas el necesitaba algo de dinero, y así le hicimos el obtuvo dinero y yo las pastillas, claro me dio las recomendaciones pertinentes para utilizarlas.
    
    En fin conseguir las pastillas no fue difícil lo difícil era como se las iba a dar a mi cuñada, empecé a idear formas de dársela a tomar pero ninguna de esas ideas tenia efecto, siempre por alguna u otra razón no salían mis planes, hasta que llego el día en que decidí renuncia a ese gran deseo y calentura que tenía por ella; entonces decidí seguir a si como si nada, sin andar pensando en ...
    ... cómo darle la pastilla a Ale porque así se llama.
    
    Después de unos mese estábamos en casa de mis suegros y estábamos cenando, cuando de repente entro una llamada y contesto mi suegro y puso una cara de impresión, resulto ser una llamada no afortunada había fallecido un familiar de él y tenía que salir al velorio, ellos se empezaron a alistar y mi suegra pregunto a sus hijas si las querían acompañar las cuales respondieron que no, Ale se excusó que ella al siguiente día tenía un examen y mi esposa que ella tenía que hacer mi lonche para ir a trabajar, bueno confieso que por mi mente paso la grandiosa idea de darle la pastilla a las dos y correr ese riesgo de hacerlo ahí, entonces a manera de interrogatorio y antes de que mis suegros salieran cuestione hasta donde irían y a qué hora regresarían, lo cual respondieron y para mi fortuna regresarían hasta el siguiente día y solo a cambiarse para ir al funeral, entonces ellos marcharon y mi esposa estaba en la computadora con mi cuñada; lo que yo hice fue pararme al baño y cuando pase por la cocina tome dos vasos y una cuchara para llevármelas al baño, una vez estando en el baño de mi cartera saque las pastillas y desboroné 2 pastillas, las cuales vertí la misma cantidad una en cada vaso, y regresando cautelosamente los puse sobre la mesa y si decirles nada serví tres vasos de refresco teniendo el cuidado de que los vasos que llevaban las pastillas fueran para ellas, y así fue sin percatarse de nada tomaron hasta la última gota, ...
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