1. EL CALZÓN ROJO DE CLAUDIA


    Fecha: 07/08/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: marystegui, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Quienes han leído mi anterior relato: “Claudia mi amiga de pubertad” ya han escuchado del calzón de Claudia, para quienes no, les invito a buscar ese relato en esta página para que sigan la historia desde el principio. 
    
    Para empezar, les diré que mientras escribo este relato tengo en mis manos ese calzón y lo huelo mientras escribo estas palabras, el solo recordar el aroma de Claudia me conmociona, hace que me humedezca y acaricio con las yemas de mis dedos esas costras que han quedado adheridas producto de su abundante excitación de aquella vez.
    
    Ahora voy a pasar a contarles como fue. Como recordaran quienes ya han leído mi anterior relato, con Claudia empezamos a tocarnos a muy temprana edad, llevadas por la curiosidad adolescente de aquellos tiempos en que experimentábamos cambios en nuestros cuerpos. Siempre que nos encontrábamos, la excitación nos provocaba hablar de sexo y tocarnos.
    
    Era inevitable encontrarnos y no sentirnos nerviosas de la excitación, a mí por lo menos, me daban cosquillas en la vulva y me ponía a mirarla directo a los ojos conmocionada, ella también se perturbaba y sonreía, luego empezábamos a tocarnos en algún rincón de aquella casa a medio construir al lado de la mía. Pero cuando ya habían terminado de construirla, tuvimos que buscar otro lugar para tocarnos como nos gustaba.
    
    Como mi mamá ya la conocía me dejaba meterla a casa y yo la llevaba directo a mi habitación con cualquier pretexto, aunque el más usual era usar la computadora. Por ...
    ... si las dudas, encendía la computadora y ponía dos sillas delante, una para que se sentara Claudia y otra para mí y disimuláramos que estamos usándola. Aquella tarde en particular, nos sentamos delante la computadora y empezamos a bromear, estábamos nerviosas como siempre y no sabíamos como empezar, yo le tocaba los muslos, me gustaba hacerlo, especialmente cuando se ponía algo corto, me gustaba sentir su piel.
    
    Esa tarde precisamente ella llevaba una minifalda negra, ajustada y una blusa sin mangas, sus piernas descubiertas lo mismo que sus brazos me llenaban de deseos, solo de tocarle las piernas ya quería sentir su aliento en mi boca y si me lo permitía, saborear su lengua junto a la mía. Yo empecé el jugueteo, la tomé en mis brazos y empecé a besarla, ella no tardo en dejarse llevar por la emoción y me besó también, pronto me entregó la lengua, nos disfrutamos mutuamente en un suave roce de lenguas en tanto mis manos se descolgaban de su cuello para bajar hacia sus pechos, se estremeció al sentir mis manos tocándolos, podía sentir su sujetador.
    
    Pero yo quería más así que metí mis manos por los bordes de su blusa detrás de sus brazos, los tiros de su sujetador que bajaban de los hombros estaban pegados a sus omoplatos, me dio ganas de bajarlos de inmediato para que caigan por sus hombros y queden colgados fuera de sus brazos, al sentir que lo hacia ella quiso contenerse, separó su boca por un instante y volteo a ver rápidamente la puerta, yo pensé que había presentido ...
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