1. Una agradable sesión de depilación


    Fecha: 12/12/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Una agradable sesión de depilaciónVíctor y yo habíamos sido invitados a una fiesta que podría durar gran parte de un fin de semana. Me habían advertido que habría una piscina para disfrutar durante el día… o también durante la noche…Necesitaba depilarme, ya que hacía rato que no me calzaba mi tanga y en esa ocasión quería estar bien sexy y apetecible. Sabía que todas las miradas masculinas y alguna femenina inclusive, iban a estar pendientes del balanceo de mis caderas, mis nalgas redondas y hasta tal vez, de mi pubis bien depilado.Concerté una cita con mi depiladora habitual; una bonita chica oriental, mucho más joven que yo y muy sexy. Yo pensaba que era lesbiana, pero ella nunca había insinuado nada ni tampoco avanzado sobre mí…Llegué a la cita un rato más temprano y mi sorpresa fue encontrar en el lugar a un chico rubio, enorme y musculoso, con unos brazos fuertes; muy bronceado y apuesto. Mi concha se humedeció apenas me saludó con un beso en la mejilla.Pensé que iba a ser un papelón enorme si este chico encontraba mi pubis húmedo.Traté de relajarme y me quité la tanga frente a él, para luego recostarme boca arriba en la camilla. De reojo pude ver que el pibe tenía una gran erección bajo sus pantalones. Eso me gustó; otra vez comencé a sentir más humedad entre mis muslos.El chico puso una música de fondo suave; me dijo que me relajara y encendió unas velas aromáticas... Parecía más bien estar todo preparado para una sesión de masaje y cuando se lo comenté, me dijo que ...
    ... él también era masajista, por si me interesaba…Sonrió y comenzó a aplicarme la cera caliente por el pubis. Me preguntó si estaba bien y yo le respondí que lo sentía muy bien, muy rico…Volvió a sonreírme y me dijo que después podía darme unos masajes para que me relajara bien.Mientras me quitaba la cera, sentí que mis pezones se endurecían de excitación bajo mi blusa. Hacía calor y no llevaba corpiño; así que pronto sentí que estaban bien erectos, empujando contra la tela y tratando de salir de su encierro.El chico también notó mi excitación y solamente me preguntó si yo estaba muy sensible. Estaba por responderle, cuando sentí sus dedos entrando entre mis labios vaginales.Dejé escapar un leve suspiro de sorpresa y el chico tomó eso como una aprobación de mi parte. Entonces hundió sus dos dedos más profundamente, penetrando mi vagina y acariciando mi clítoris suavemente.De pronto sacó sus dedos y me hizo girar boca abajo entre sus fuertes brazos, algo que no le costó demasiado.En esa posición separé un poco mis piernas, invitándolo a que me cogiera así como estaba, pero me sorprendió su actitud, ya que suavemente juntó mis muslos otra vez.Entonces comenzó a deslizar la crema depiladora entre mis cachetes, empujando con suavidad un dedo dentro de mi entrada trasera. Gemí y suspiré, pero enseguida comencé a gemir como una verdadera perra en celo.Sentía su dedo cada vez más adentro de mi culo, pero al mismo tiempo eso me provocaba una humedad inusitada en mi concha.“Quiero que me ...
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