1. MI HERMOSA FONTANERÍA


    Fecha: 10/12/2017, Categorías: Hetero Autor: mayabraun, Fuente: RelatosEróticos

    - ¿Diga?.
    
    - Hola, buenos días, pregunto por la Señora Braun, Maya Braun.... Vaya, ha sonado como James Bond, ¿no?.
    
    Mi interlocutor carraspeó, nervioso. ¡Qué chascarrillo tan manido!. Al menos he pasado de la mofa infantil por la estúpida abeja de las narices a James Bond. Es una mejora considerable. Que conste que no estoy traumatizada ni nada, sólo que yo de niña era más de Candy Candy. Y bueno, quien estaba al otro lado del teléfono móvil tenía una voz bonita, profunda y masculina. Perdonado.
    
    - Yo soy Maya Braun. Y soy señorita. - Arrrg, seré marujona. ¿Por qué he dicho eso?. - pensé. - Qué tal. Mire, le llamo del servicio técnico de su seguro del hogar. Tenemos un aviso por un arreglo en la fontanería de su cocina. - Así es. Llamé la semana pasada. - Sí, bueno... es que estuve llamándola ayer para concertar hora y no pude dar con usted. - ¿Ah, sí?. Pues ni idea, la verdad.
    
    Mentira cochina. Oí la llamada, pero en ese preciso momento tenía la polla de Jaime, mi vecino policía del ático, metida en la boca. Le estaba haciendo una mamada que el tío aún no se lo cree. Tres meses me costó tirármelo. Como para coger el teléfono. El caso es que había tenido un aviso por la zona y ya estaba libre. Llamaba por si podía pasarse por casa en unos 15 minutos. Precisamente esa mañana, mira tú que oportuno. Debía enviar sin falta unos textos a mi editorial y los tenía manga por hombro. Acepté a regañadientes. En fin, todo fuese por terminar ya con la dichosa reforma. ...
    ... Escudriñé mi aspecto en el espejo del pasillo. Para ser las 10 de la mañana, y habiendo dormido a cabezadas por el intenso calor que hacía en Julio, yo me veía bastante aceptable. Pelo recogido en una coleta. Nada de ojeras. Estoy guapa. Bendita la hora en que compré ese sérum de noche. Conjunto de short y camiseta de tirantes, con su fina batita a juego. Ejecutiva sexy recién levantada. Correcto. Chanclas de la marca de Giselle Bundchen. Soy medio suiza, mi padre es de Zurich, mido 1.78, y con los taconazos tengo un aspecto de pibón-grúa que intimida un poco. Y, hombre, estaba en casa, no quería parecer una stripper. Me senté en un taburete de la cocina, té en mano, a esperarlo.
    
    Al oir cerrarse la puerta de mi casa saqué la cabeza al pasillo para recibirlo y, cuando vi al operario acercarse a mí quedé como conmocionada. ¡Joder, con el fontanero!. Era un auténtico tiazo. No más de 28 años, bastante alto, cosa que agradezco mucho en un hombre, muy fornido, con el pelo corto negro, patillas y barba de varios días. Era muy guapo, de facciones tremendamente masculinas. Vestía unos pantalones de camuflaje, tipo pirata, y una camiseta negra sin mangas. Cargaba con dos pesadas cajas de herramientas, por lo que sus musculosos brazos y su cuello de toro estaban en tensión, dándole tal aire de gladiador que sentí un leve ardor en las mejillas. ¡Me ruboricé al contemplarlo!. Afortunadamente, los hombres no notan esos pequeños detalles.
    
    - Bueno, ya estoy aquí. Cuénteme, ¿qué es lo que hay ...
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