Mi hermano se las trae - Relatos Eróticos

Mi hermano se las trae

Hola amigos!

Me llamo Nerea, mi relato sucedió aproximadamente hace ocho meses. Por obvias razones los nombres y únicamente los nombres son ficticios.

Soy una chica delgada, y de estatura de 1.67 cm. No soy portadora de una gran belleza pero he de confesar que tengo a mis seguidores, tengo un busto pequeño pero con pechos bonitos, y el trasero paradito, mi tez es blanca y con cabello castaño.

Espero que les guste y que si está en sus posibilidades practicar el incesto lo hagan, no se arrepentirán. Obviamente que sea consensual.

Mi hermano tiene 21 años y yo 19, vivimos en un apartamento en la zona sur de la ciudad de México junto a mi madre y mi perrita Kenzo.

Siempre hemos sido nosotros únicamente, y desde que éramos pequeños compartimos habitación.

Mi hermano Raúl es alto y bien parecido, ningún galán pero simpático, la pasamos muy bien, más que hermanos parecemos amigos.

Desde que somos niños hemos sido bastante abiertos y desinhibidos, acostumbramos a andar muy cómodos por casa.

En varias ocasiones he visto por accidente a Raúl desnudo, ya sea en la regadera o en la habitación cambiándose de ropa, y jamás había tenido problemas, pero de pronto comencé a sentir excitación al verlo, comencé a fijarme más en su entrepierna, ay trasero. Primero traté de sacarlo de la cabeza y pensar en algo más, incluso me cogí a mi ex y a un par de chicos más, pensado que era el tiempo que llevaba sin un hombre entre mis sábanas, así que decidí quitarme la espina y ...

... comencé mi plan

Era un día lunes lo recuerdo bien porque me toco clase de gimnasia en la universidad, llegué a casa cansada sudada y caliente, eran aproximadamente las tres de la tarde cuando llegué, Raúl ya había llegado de sus clases, nos saludamos y al poco rato salimos a comer, al regresar le comenté a Raúl que me dolían mucho las piernas por el ejercicio y él siempre me da un masaje para atenuar el dolor, me recosté en el sofá y me comenzó a masajear las piernas a medida que subía hacia los muslos comencé a sentir mayor excitación así que le dije que me quemaba el roce de sus manos con los leggins, le dije que me diera unos minutos, fui rápidamente a la habitación a cambiarme, comencé a quitarme la ropa cuando el entró a la habitación, ya estaba en ropa interior, sugerí que fuera mejor en mi cama ya que en el sofá estaba incomoda, ya no me puse los shorts que planeaba usar y me quedé en tanga y brasier, me coloque boca bajo para que pudiera ver bien mis nalgas y lograr que se encendiera con mayor rapidez, volvió a masajear, yo ya me encontraba muy mojada, le pedí que masajeara las nalgas y al principio lo hizo con recelo pero poco a poco se fue relajando, comenzamos a platicar de babosadas y su voz se escuchaba entrecortada, a na hora en que llegó a la espalda me quite el brasier para que no le costara trabajo según yo, la voz a cada instante se le escuchaba mas entrecortada, le pedí que siguiera con el frente y al momento de dar la vuelta no cubrí de inmediato mis ...