Diana, carita inocente pero una experta en la cama - Relatos Eróticos

Diana, carita inocente pero una experta en la cama

... cafesita, chupando el clítoris y metiendo de a poco los dedos porque yo le quería dar duro, después de tanto chupar, la siento en mi y se la meto hasta el fondo de su conchita, cabalgandola duro chocando sus nalgas con mis muslos y recuerdo tan bien que ella decía: "ayyyy sii así me gustaaa", luego de eso la puse de perrito y le seguí dando por su panocha, le agarraba del pelo y le daba bien duro y más gemia " siiii que ricooo aaaahhh" y después ella me dice que quería probar por su anito pero que fuera despacito porque la tenía bien grande y la podía lastimar, busque un gel lubricante y se lo puse en su hoyito y en mi verga y lo que veo en un cajón son varios consoladores de distintos tamaños y ella saca uno y se lo empieza a poner en su panochita, entonces le agarre su colita y se lo empecé a meter despacito, ella dió un gemido y más se lo metía, hasta que ya estaba la mitad de mi verga dentro y lo demás lo empuje hasta el fondo y empecé con el mete y saca cada vez más rápido, su anito estaba estrechito pero era muy rico hasta que después le daba duro por su cola y mis huevos chocaban con su conchita y ella grita: "aaaaaayyy que rico se siente" y yo le digo: "que culito tan rico tienes te gusta?" ella me dice: "siiii me estás rompiendo la cola pero me gusta" ella ponía los ojos turnios de todo el placer que sentía y le seguía dando, no quería parar estuvimos un buen rato así hasta que me dieron ganas de irme, mis bolas ya explotaban, se la saqué de su ano y le dije: "pone tu carita y abre la boca" y me salió un chorro de lechesita que cayó en su boquita nariz y en sus senos mientras yo terminaba de descargar todo, ella se trago el semen y me termina de chupar la verga, hasta que después nos fuimos a bañar y ahí me chupó la verga otra vez, terminé cansado pero con una rica sensación. 
Hace unos meses me vine a vivir a otra ciudad, pero cuando termine la cuarentena volveré a darle duro otra vez porque a pesar de todo, quedé con ganas de más.