Las métricas medicci las putas de Florencia - Relatos Eróticos

Las métricas medicci las putas de Florencia

Me llamó María Eugenia tengo 36 años soy rubia con unas tetas operadas un culo de ensueño, se podía decir que era lo que los hombres llaman un putón, llevo 10años de casada con Rubén mi marido. Somos un matrimonio muy especial el me conoció cómo prostituta vip, fue mi cliente hasta qué nos enamoramos y formalizamos, desde luego que dejé la prostitución y tuve una carrera como bailarina en teatro de revista tuve una carrera medianamente exitosa, mientras que mi marido es abogado en un estudio jurídico muy importante donde tiene como clientes a gente de plata.                                                                                                                                                                                 Muchos de su cliente eran gente mayor y conservadora que se había casado con chicas muy jóvenes, algunas amigas mías( conosidas de la prostitución vip)y nos habíamos hecho amigos,en mi trabajó de bailarina era común gente gay. Yo era amiga de varios  y lo saludaba con picos en la boca y me dejaba arrimar y manosear por ellos, yo pensaba que era totalmente inocente y normal ya que eran gay y no debían sentir nada.                                                                   Hasta que en una fiesta me emborrache y me transe a varios de mis amigos gay delante de mi marido Rubén (ahí me di cuenta que a él le gustaba mirar) sentir que yo era un trofeo, y desde ese día comenze a vestirme lo más puta que podía con pantalones ajustadisimos que deje ...

... metiera la tela del pantalón en el culo, con un escote de escándalo que dejara a cualquier hombre con la pija superdura y minifaldas con botas largas parecía esos gatos que aparecían en pasión de sábado (un programa de tv) jajaja.                                                                                                                  Rubén estaba contento  con mi cambio de ropa, ya que mi atuendo era más discreto antes ya que como era bailarina quería hacerme respetar cuando estuviéramos fuera del teatro, ya que las mujeres eran muy común en etiquetarlas en putas en ese ambiente, lo único malo de mi cambio que cuando salimos  con mi marido a algún lado  los hombres ofrecían plata  por pasar la noche con ellos, a escondidas de mi marido (vale aclarar).                                En una fiesta de matrimonios amigos nuestros, bebimos mucho y Rubén me animó a sacarme la tanga delante de todos ya abriendo mis piernas un instante para luego cerrarla, en ese momento todos gritaban lo buena que estaba y otra guarangadas así que agarre mi tanga y la tire a un tipo que estaba a lado de su esposa, para mí lo estaba masturbando por qué la mujer tenía metida la mano dentro del bolsillo del pantalón del hombre y la agitaba para arriba y abajo como cuando haces una paja, y el tipo se llevó la tanga roja a sus narices y la olio.                                    Yo me imaginé que en ése momento se corría, para las mayoría de las mujeres esto que cuento sería asqueroso pero para mí ...