Mi mami y yo - Relatos Eróticos

Mi mami y yo

La mujer acostada boca abajo, esperaba que la verga de su amante la penetrara por el culito caliente. Esperó un poco y sintió la gran verga caliente comenzar a entrar en su culo. El hombre la estaba lubricando con vaselina. Lubricó su verga y finalmente penetró la mujer que esperaba impaciente. Le dolió un poco; pero estaba muy excitada y necesitaba esa verga dentro. Comenzó a penetrarla despacio, para ir aumentando las embestidas. Ella jadeaba y se retorcía de placer. Sentía que la desgarraba por dentro; pero le gustaba mucho esa verga en su culo. El comenzó a gruñir de placer. Estaba a punto de llegar y ella sentía que subía y bajaba del cielo. Lo sintió eyacular y no podía creer la cantidad de semen que salía de su verga. La llenó toda de semen. El sacó su verga del culo ardiente de la mujer y ella inmediatamente comenzó a mamarlo y a tragar los últimos chorros de semen. Pero sorpresa la verga recuperó rápidamente su tamaño que llenaba toda su boca. Comenzó a mamarlo despacio primero y luego rítmicamente. Su vagina estaba muy caliente y deseosa de esta rica verga.  Se retiró y cogiendo la verga la dirigió hacia su chochita caliente. El hombre la penetró de forma brutal. Le llegó hasta el fondo y la mujer sintió que la partía en dos. Tenía las piernas bien abiertas y levantadas y el hombre empujaba su descomunal verga dentro de ella. Hijo métemela toda y déjamela ahí. Que rico papi. Dale papi, dale a mi coño. Dame todo tu semen otra vez. El hijo excitado hasta más no ...

... poder no aguantó más y eyaculó en su madre. Chorros de semen salían de su coño cuando el hijo comenzó a sacar la verga despacio. Ufff que rico mami. Si rico hijo mío.  No podemos contar esto. Debe quedar entre nosotros. Si mami no te preocupes así será. Quedaron acostados boca arriba los dos. Muy cansados para levantarse se durmieron. Ella fue la primera en despertarse. Sin hacer ruido se levantó y se dirigió al baño. Estaba untada de semen en las tetas y las piernas.  Se metió a la ducha y abrió el grifo del agua caliente. Comenzó a ducharse y sentía el agua tibia en su cuerpo. Comenzó a pensar en el sexo que había tenido con su hijo. Su clítoris se sintió aludido y creció rápidamente. La mujer no tuvo tiempo de pensar mucho. Su hijo entraba en la ducha con la verga empalmada y lista comérsela toda. Empezó a tocarle las tetas y con la verga en las nalgas empezó a frotarse con ella en medio de los dos cacheticos. La puso de frente y comenzó a besarla en los labios. Luego le dirigió la cabeza hacia su verga erguida. Ella miró la verga erecta y le pareció más grande que antes. Se acomodó para chuparla y comenzó con el glande, dándole lamidas alrededor y y solamente en el glande. El sentía gran placer y la dejaba hacer. El agua tibia seguía cayendo sobre el cuerpo de los dos amantes. El la volteó y la levantó para bajarla luego y ensartar su vagina con su enorme verga. Ella sintió que entraba toda su verga en su ser. La tenía levantada y con toda la verga adentro. Subía y bajaba, ...