1. Me quedo gustando


    Fecha: 11/07/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Jaime ardiente, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Les comentaré que mi primera experiencia cuando tuve mi primera relación con otro hombre, que fue un compañero de colegio, no fue la más Placentera, a mis 40 años mi gusto por el era intenso y cuando decidí que me gustaría ser penetrado, y en un encuentro y luego de unas copas fuimos a un hotel, nos besamos tan pronto entramos en la habitación y mi mano ya quería tener ese rico miembro en mis manos y por encima del pantalón lo empecé a sobar para sentir como iba creciendo, nos quitamos la ropa con afán y nos dirigimos al baño para tomar una ducha rápida. Ya en la cama y el acostado boca arriba  tome la iniciativa y me dediqué a besar su cuello, pezones lo que le arrancaba gemidos y cogiendo mi cara ya la dirigía a su rico pene que ya empezaba a ponerse duro, y alcanzaba unos 20 centímetros, su cabeza redonda y algo gruesa, ya brillaba por su precum cristalino, lo lami inicialmente para luego con mi lengua rodear su cabeza y bajar a lo largo de ese trozo de carne rígido y cálido, hasta llegar hasta a su base y volver a subir para rodearlo con lo boca y empezar la más rica de las mamadas, hasta lograr introducirlo en mi boca lo más que podía, para sacarlo de mi boca y pasar a lamer sus bolas y chupar de a una y meterla en mi boca, ya en ese momento y de saber cómo deseaba el querer penetrarme, me ubique encima de él de manera que con mi mano dirigí su cabeza a mi culito que lo deseaba con ancias y , empezar a bajar pero el dolor me hizo apartarme por un momento, pero las ganas ...
    ... eran más que pensar en el dolor por lo que decidí intentarlo de nuevo, le pedí: déjame hacerlo yo mismo, a lo que me dijo, claro que si, no quiero forzarte sino que lo disfrutemos juntos, subí y baje en varios intentos hasta que logré que su cabeza atravesará mi anillo anal, pero el ardor era intenso, aguante el dolor y logré seguir bajando e introduciendome  su rica verga y sentir como me abría mis esfínteres, la verdad aunque el dolor era intenso mi deseo era sentirme penetrado en toda su largo y grosor , baje hasta sentarme en su pubis y acostumbrarme a ese rico pene, empecé a subir y bajar y el dolor aun persiatia, pero quería que él se sintiera a gusto y cabalgue ese rico pene en toda su extensión hasta que sentir sus jadeos y gemidos anunciando que ya su corrida era pronta, apure mis movimientos y su semen caliente y espeso inundó mis entrañas, fui subiendo hasta sacar su pene aún medio rígido, me tendí a su lado pero le dije que aún me dolía, yo del dolor no había podido llegar a correrme, por lo que para compensar mi esfuerzo me coloco boca abajo y beso mi cuello, espalda, su lengua recorría mi espalda hasta llegar a mis nalgas las que acarició, apretó y mordió suavemente, para luego girarme boca arriba y empezar una rica mamada que al poco tiempo le manifesté que me corría y me succionó con más frenesí y descargar mi corrida en su boca. El sabía que no podía volver a penetrarme esa misma noche, pero le prometí que la próxima me prepararía para poder disfrutar de su ...
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