1. ANTES NIÑA, AHORA MI PUTITA


    Fecha: 08/07/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: NIEBLA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    "un deseo que cobro tamaño. Con el correr del tiempo"
                  Mi mujer se había ido, pero se olvidó de contarle a sus amigas, de la reunión de chicas he hijas, que habría en casa, ¿Qué hice?, como me entere? Magaly, vino apurada, para dejar a su hija, ella estaba apurada, y no me dio tiempo a nada, tanto que dejo a su hija afuera, y se fue, tenía que cuidar a un amigo en el hospital, me dijo. Y se fue.
                 Que puedo hacer yo, con una criatura, y  luego caigo en cuenta, le pregunte a ella, que no se sacaba el camperón, si sabía quiénes venían, y que era esta reunión, una pijamada, me dijo, tímidamente, ¿para pijamadas estoy?
    Luego que me dio todos los nombres, llame a cada amiga, de mi esposa, y que no vengan porque mi esposa había viajado.
     Y con Fernanda ¿qué iba a hacer? Bueno le dije, nenita ponete cómoda, cuando venga tu mamá, vas a poder volver a tu casa. Prepare unos panchos, agua, y la nena, con su bolsa de dormir, que tena por campera. Y un pequeño bolso, pasaron las horas, yo me conectaba en internet, y la nenita,  seguía sentada en el living. luego la nena,  se levantó, y se me para enfrente de mi, y comienza a sacarse el camperón, y yo le veo alcanzarme el celular, con un mensaje, que decía, hola Andres, por favor cuídame a mi hija. Me entere que Lorena tuvo que irse, yo hable con ella, y Salí a su encuentro. Cuídala, ella come de todo. Besos.
      Me quede, mirándola, unos segundos, con los brazos en jarra, y estire mi brazo, diciendo campera, la ...
    ... nena se sacó la campera, la tome y me fui al vestidor a colgarla, la nena se quedo parada debajo de la lámpara, al regresar del vestidor, entro en  el living,  ohhh!!! Sorpresa, la veo, parada bajo la lámpara del living, y no pude más que mirarla, debió ser la luz, tanto, que volvi mi cabeza, para retener esas curvas, otra vez.
      Sí, me fui a la cocina, para preparar otra cosa, más contundente, y la nena se apareció, más simpática y desinhibida, remerita corta, pupera, colgada sobre dos pequeños senos, talle 85, pero redonditos, ¿te puedo ayudar en algo?, posando al mismo tiempo sus brazos sobre la isla, y parándose en puntitas de pie. La mire, fijo, ceñí el entrecejo, su cabello ahora estaba suelto, caía sobres sus hombros, y unos ojitos preciosos color miel.
    Me di vuelta, ya la sartén estaba caliente, y me di vuelta, a tomar unos huevos, para el omelette, y ella me dijo, ¿quieres que te rompa los huevos?,
     La mire, para responderle, sí, porque no, dije, cáscalos, y ella, me pidió un bols, un batidor, y se paró a mi lado, mirándome de costado, me empujo levemente con su cadera,  yo le regrese el empujón, y ella volvió a empujarme a mí, y yo otra vez, la empuje a ella, y nos reímos, como niños, le entregue el lugar, y retrocedí, para que ella pudiera batir, los huevos, mientras yo me dispuse a esperar, no termine de acomodarme  sobre la mesada, y ella empezó a batir, y me quede pasmado, ese jeans, celeste, muy gastado,  tela casi traslucida, se empezó a sacudir, y a saltar ...
«1234...»