1. Cuál es el límite de una madre


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Casada, Fuente: CuentoRelatos

    Fui madre soltera a los 23 años, con un personaje que prefiero ni acordarme, que apenas supo que quedé embarazada, desapareció completamente de mi vida. No fue fácil llevar a cuestas mi carrera y más con un hijo acuestas. Mis padres no tenían buena situación económica y me costó mucho salir adelante, pero al fin luego de mucho esfuerzo, obtuve mi carrera y conseguí un excelente puesto de trabajo en una prestigiosa empresa.
    
    Aun siendo muy trabajólica, dedicaba mucho tiempo y atención a mi hijo, mi bebé que poco a poco se fue transformando en un hermoso joven. Por lo mismo, siempre tuve especial cuidado de enseñarle todo respecto a la sexualidad logrando una excelente comunicación con él. Además tenía cuidado, ya cuando estaba más grandecito de usar ropa no muy sugerente o camisolas transparente, para mantener un poco de respeto hacia él y a su pubertad.
    
    Sin embargo, con todo ese cuidado que yo ponía en mi forma de vestirme en casa, fui notando un cambio en Andrés. Su mirada más penetrante, su conversación un poco distinta. A veces cuando desayunábamos juntos, muchas veces sorprendí sus ojos clavados en mis pechos, que sin usar una camisola muy provocativa, igual al ser muy usadas el escote quedaba un poco suelto y se me veían parte de mis pechos. Lo remedie cambiando a una menos sugerente, pero de todas formas notaba que cuando yo estaba sentada, él se apoyaba detrás mío y su mirada siempre clavada en mis pechos. Nunca dije nada, pero seguía sintiéndome observada por ...
    ... él, a veces mirándolo a través de un espejo, cuando caminaba hacia mi cuarto, su mirada y gestos en la cara clavados en mi trasero.
    
    Comencé a poner más atención a su comportamiento y descubrí que mi ropa interior nunca quedaba como yo la dejaba en el canasto de la ropa sucia, incluso se me perdieron unas bragas muy sensuales que tenía y nunca más aparecieron. Mi investigación llego más allá y un día, en que Andrés no se encontraba en casa, decidí meterme a su computadora y ver que paginas visitaba. Como mi trabajo es 100% internet, no me costó mucho encontrar las páginas que visitaba y me di cuenta que casi todas estaban orientadas a fotos y videos pornográficos entre mujeres maduras con jovencitos de su edad. Pero también encontré esta página de relatos y al ingresar, con su nombre de usuario que quedaba guardado en la PC, me di cuenta que los relatos que más frecuentaba eran los filiales y sexo con maduras. Me puse a leer algunos y se me ocurrió buscar por autor, con su nombre de usuario. Gran sorpresa me llevo al darme cuenta que Andrés había escrito unos cuántos relatos. Sabiendo que no llegaría pronto me puse a leer cada una de sus historias y me di cuenta que su musa inspiradora, era yo. Claramente describía como era nuestra casa, como le gustaba observarme, como sentía una loca atracción hacia a mí, y como había logrado tener sexo conmigo, un sexo completamente erótico, con poses, frases de lujuria, y como después de eso seguíamos nuestras vidas teniendo relaciones ...
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