Mostrando los senos de mi esposa al taxista - Relatos Eróticos

Mostrando los senos de mi esposa al taxista

Este relato es real 100%, para ese entonces de este relato mi esposa tenía 38 igual que yo, ella es blanquita, delgadita, cabello largo, con un culo hermoso y tetitas mediadas.
Una noche salimos y dejamos el auto en casa porque no teníamos la placa del auto al día y no queríamos tener problemas con las autoridades por lo que la idea era ir y regresar en taxi.   La distancia era como de 20 minutos de ida y 20 de vuelta.  

Así que nos fuimos a una discoteca donde era el cumpleaños de una prima, por lo tanto los tragos eran gratis.  Mi esposa que no es de medir sus tragos mientras disfruta su noche ya estaba llegando a un punto en el que le afectan los tragos y no se le notaba tanto, pero como la conozco bien... yo lo sabía.
Cuando terminamos la noche, bajamos al lobby a pedir un taxi para volver y la veía ya tambaleándose que yo la tuve que agarrar mientras pedía fotos con decoraciones del lugar.
Conseguí un taxi manejado por un señor de unos 42 años y cuando entramos al taxi me senté atrás del asiento del copiloto y mi esposa a mi izquierda casi en el centro del asiento de atrás mientras se recostaba a mis piernas de lado y mientras yo le tenía un brazo encima sobre uno de sus pechos disimuladamente.  Cuando poco a poco ella empieza a dormirse.  Yo empiezo a moverle por el escote el top que tenía y poco a poco empiezo a meterle mano, ella medio que se despierta y vuelve a quedar totalmente bloqueada mientras seguía mi faena.

Ella se había colocado un sujetador un ...

... poco grande para ella por lo que se me hizo fácil poder meter mi mano por el escote y tocarle sus pechos que se los tocaba cada vez más... estimulando esos pezones que me fascinan.

Poco a poco, después de varios intentos con una sola mano pude sacarle sus pechos dejándolos a la vista perfectamente donde mis ganas ya eran barbaras, entonces se me ocurrió mostrarle los pechos al taxista.  Sin pensarlo veces tratando de no hacer ruido llamándolo, le toque el hombro y al voltearse y mirarme a la cara le hice señas que mirara a mi esposa, donde él miró sus pechos redonditos y deliciosos y sonrió y asintió como gustándole lo que veía.  Volteó la cabeza para seguir su camino y le toqué el hombro nuevamente y le hice señas con la mano como insinuando que se los tocara pero el taxista se negó, lo cual me dejó muy desanimado.
Al llegar a casa solo me moví y mi esposa despertó un poco y la ayudé a salir del auto y dirigirla a la casa.  Salí a pagarle al taxista y le dije: Si se queda unos 5 minutos le muestro más de ella pero no quiso.  Usted se lo pierde le indique.

Subí a la recámara donde había dejado a mi esposa que estaba completamente vestida y poco a poco le quite toda la ropa dejándola totalmente desnuda y borracha.  La abrí un poco de piernas y le puse una mano sobre su zona intima que estaba recién rasurada, le abrí un poco las piernas y empecé a tomarle fotos y hacer video llamadas con una aplicación de webcam público que tenía donde los hombres solo esperan ver a una ...