1. El calzoncillo de Matias


    Fecha: 01/06/2020, Categorías: Fetichismo Tus Relatos Autor: Icaro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Matias y yo somos dos futbolistas de la selección sub 17 de la ciudad de Almagro, jugamos juntos desde muy pequeños y hacemos buena dupla.
    Después de cada partido mi lugar favorito es el camarin, ver como los otros chicos se desnudan y dejan sus medias, calzoncillos, short y camisetas tiradas por cualquier parte me calienta mucho, sobre todo por la mezcla de olores que queda allí después de cada encuentro, es una mezcla exquisita entre verga, pies, culo y axilas.
    Cierto día a Matias y a mi nos tocó quedarnos hasta más tarde en el entrenamiento, una hora más para ser preciso. Matias terminó primero así que corrió a las duchas, después de unos minutos le seguí. Cuando entré al camarin, Matias se estaba bañando, mire al interior y todo estaba vacío, el único ruido que se escuchaba era el agua caer. Avance silencioso al ver en la banqueta toda la ropa de entrenamiento de Matias, me acerque tratando de que no se diera cuenta, tome sus calzoncillos y sus medias de fútbol y las metí en mi bolso, después salí para no ser descubierto.
    Llegue a mi casa y me encerré en mi habitación, ese día andaba muy caliente, en parte por lo del camarin y también porque llevaba sin pajearme desde ya hacía casi cinco días. Lo primero que hice fue sacarme la ropa de entrenamiento, la lancé por cualquier sitio, saque los calzoncillos y las medias de fútbol de mi bolso y me tiré en la cama que aún estaba sin hacer, me acomodé ya con la verga dura, húmeda y el forro bien atrás, me sentía muy ...
    ... caliente, sucio y morboso. Con mi mano derecha tome los calzoncillos y los acerque a mi nariz mientras que con la otra comencé a correrme la paja, cuando tuve el calzoncillos en mi cara inhale profundo, lo primero que sentí fue un leve olor a orina, pero luego sentí un intenso olor a verga y a forro sucio de días, en ese momento me apreté el pene para hacer más intensa y dura la paja. Después de un rato pajeandome y oliendo, busque la zona del calzoncillo que daba con el culo, quería olerlo también, quería sentirlo. Cuando lo encontré lo inhale profundo igual que la primera vez y el olor era intenso, delicioso, ese olor de macho joven sudoroso, peludo, pajero y caliente. Así seguí la paja con la misma intensidad y fuerza con la que había empezado. Cuando tuve la verga bien húmeda de líquido pre seminal decidí que sería muy rico tirar toda mi leche en el calzoncillo de Matias, lo saque de mi cara y lo acomode entre mi mano y mi verga y ahora oliendo sus medias de fútbol que estaban muy sucias y hediondas seguí pajeandome. Inhale profundo nuevamente, imaginé su culo peludo y su verga sucia y hedionda, imaginé lo peludo que lo tenia y también el camarin lleno de muchachos quitándose los short y frotándose entre si todos sucios y sudorosos, todos sintiéndose sus propios olores y el de sus compañeros, besándose y traspasándose la saliva caliente de boca en boca. Las vergas más grandes y peludas se frotaban con las más pequeñas. Empecé a dar gemidos de un placer intenso mientras varios ...
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