AMO MI TRABAJO - AMO A LOS HOMBRES - Relatos Eróticos

AMO MI TRABAJO - AMO A LOS HOMBRES

Trabajo en una piscina, no soy entrenador ni salvavidas, trabajo aseando todo el lugar lo que me permite que con cualquier excusa de aseo, pueda entrar en las duchas o en los vestidores y ver lo que ahí ocurre. En una de esas ocasiones, en las duchas me encontré con un hombre gordo, que estaba empelotas secándose los huevos con la toalla. Nunca había tenido una experiencia con un gordo, me entusiasmó la idea. Lo miré, para que no le quedara dudas lo que quería  me pase la lengua por los labios mojándolos, mientras miraba su verga. El gordo se dio cuenta y en un primer momento atinó a cubrirse con la toalla, pero ante mi mirada insistente, dejó caer la toalla y me mostró su verga sin vergüenza, bonita verga, deliciosa en realidad. Me acerqué y me senté en la banca, él también se acercó y me puso la verga en la boca, abrí los labios con hambre y me tragué completa esa herramienta, no la tenía grande, pero si gorda y con una hermosa cabeza rosada que me hizo perder la decencia.
Chupe de forma apresurada aquel pene, no quería que nos pillara alguien, al fin y al cabo era mi único trabajo, y por otro lado no quería que el gordo se fuera sin haberme dado una buena cantidad de leche que entrara por mi garganta quemándola y haciéndome gozar como loquito. Mi lengua se movió con rapidez, hasta que sentí el chorro de semen quemarme por dentro y hacerme poner los ojitos en blanco. Dejé seca completamente la verga como recién lavada, el gordo se separó a un lado y  comenzó a ponerse ...

... la ropa, yo salí de las duchas y me metí en un baño, me saqué la verga y con rápidos movimientos me corrí en el piso.
En otra ocasión me quedé hasta tarde quería hacer algunas horas extras. Los últimos que entraron a la piscina fueron 3 hombres ya mayores, entre 50 a 60 años o un poco más, me pasee limpiando por algunos lados, ordenando algunas sillas, guardando algunas toallas en fin.... después de un rato uno de lo hombres se me acercó y me pidió si podía llevarle un vaso con agua, se lo llevé y me senté con él a conversar luego se acercaron los otros dos y nos reímos un rato, me preguntaron que por qué no me bañaba con ellos un rato les dije que estaba trabajando que no podía, pero insistieron, les dije que no tenía pantalón de baño y ellos dijeron que no importaba que me bañara en calzoncillos, acepté al fin, y me saqué la camisa y el pantalón quedando en un calzoncillo blanco un poco roto que dejaba ver parte de mis nalgas. Me lancé al agua y empezamos a juguetear entre nosotros, no tardó mucho en ponerse caliente el asunto, sentí como me toqueteaban por aquí y por allá, el del vaso de agua metía sus dedos por entre los agujeros de mi calzoncillo pellizcándome las nalgas, yo reía. En un momento determinado uno de ellos me abrazó estrechándose contra mí, pude sentir su miembro contra mi pierna, eso me calentó de inmediato y alargué la mano y le toqué la verga caliente, los otros se dieron cuenta y me rodearon, me hundí en el agua y bajo de ella miré las vergas de los ...