1. Las bragas de mi tias


    Fecha: 27/05/2020, Categorías: Fetichismo Tus Relatos Autor: Kronnos, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Este relato es de como desarrolle el fetiche de oler bragas aunque solo las de mi tías o primas pero más la de mis tías la de mi madrie o hermana concretamente no me atraen pero bueno
    
    Era una tarde cuando fui a casa de mi tía yo iba a cuidar sus hijos por qué ella iba a salir con mi tío en la noche, mis primos son pequeños así que no son difíciles de cuidar ya que son de esos niños que son mimados y solo juegan su consola o celular.
    
    La noche llego y mi tía se preparaba para salir, ella tenía todo el día con la misma ropa y estaba sudada así que entro a bañarse,despues  de un rato salía de bañarse , fue a su cuarto para cambiarse.
    Al cabo de una hora ya está lista para salir con mi tío.
    
    Mi tía: ya nos vamos, se portan bien
    Yo: si no te preocupes todo estará bien
    
    Cuando ellos se fueron, yo solo prendí la consola de mis primos y los puse a jugar, al cabo de un rato, yo me aburri y decidí dar una vuelta por la casa, recorrí cada abitacion y cuando entra a la de mi tía pude ver una braguitas blancas con bordes negros en el cesto de la ropa sucia, un morbo entro en mi y tome las bragas de mi tía y me dirigí al baño, ahí pude ver que las bragas están húmedas todavía y el pensar eran las que cargo todo el día puestas me encendio aún más empezar a oler las, su olor era indesciptible era la primera vez que hacía eso y me encantaba empezar a jalarmela mientras seguía oliendo las bragas, olían tan rico que no me podía controlar, solo pensaba que ese era el olor de la conchita de mi tía me encantaba, al cabo de un rato me corrí pero no en sus bragas por qué la daba miedo que se diera cuenta, al fina las devolví y las puse como estaban para que no se diera cuenta.
    Cada vez que voy a su casa a quedarme espero a que salgan para poder 
    complacerme con sus ricas braguitas
    
    Si se pregunta cómo es mi tia: es joven de unos 30 años, nalgona y sus pechos no son tan grandes que digamos que se ven bien ricos.
«1»