1. Mi vida (9)


    Fecha: 30/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tratando de zafarme pero luego lo dejaba, algo que nunca olvidaré fue cuando empezó a chuparme el culito y pasarme su lengua por el coxis terminando por los cachetes de mi culito, con sus labios los besaba gimiendo placer dejándome su aliento cada vez que lo chupaba, empecé a sudar.
    
    Puso su pecho sobre mi espaldita y empezó a cogerme con sus manos mis pelotitas y el tronco del pene a frotarlo pajeandolo, me volteó boca arriba sobre la cama, se rió al ver parado mi pene y con su boca se acercó a chupármelo con suavidad, cogí su pelo con mis manos; sobándole su espalda en forma de círculos, era así como le demostraba mi placer, lo sintió porque rápido me puso a filo de cama en cuatro y su pene grueso y caliente rozaba mi culito, sentí un líquido tibio en mi espalda, era la orina de Jaime que de a poquito salía, quise incorporarme me dejó quieto, a continuación sentí un liquido tibio en mi hoyito y en mis cachetes del culo, luego sentí un tuco de carne tibia que me ardía en mi hoyito, era la cabeza de su pene que pedía introducirse de a poquito en mi culito, hice un “¡Ahh!!” “Me duele Jaime, ya, ya” “Me duele, yaaaaa” alcé un poco la voz y ante ese acto Jaime rápido la sacó, me volteó boca arriba, me dio un beso con lengua y frotó mis pelotitas con su pene por corto tiempo, mientras lo hacía, ...
    ... sentía su aliento y su sudor sobre mi pecho, hasta que bajó su cara en la almohada quedándonos abrazados e inmóviles sintiendo el olor de su cuerpo y su respiración que chocaba con la mía por un corto tiempo.
    
    Se bajó de mi diciéndome “Ahora no tienes que contar a nadie” me ayudó a vestirme y mientras lo hacía me besaba los labios, mi pelo, mis piernas y mi culo, me dijo: “Culeas mejor que tu primita” “Ahora eres mío” me sorprendí, confieso que tuve una sensación de sentimientos encontrados entre vergüenza y placer, vi cómo se alejaba con una sonrisa de victoria, cerrando la puerta.
    
    Me senté en mi cama, me bajé un poco el short deportivo y me metí el dedo índice en el culito, aún estaba tibio. Saqué con mi dedito un pequeño liquido lleno de sudor y orina lo vi y lo olí, al principio me causó repugnancia pero al pasar repetidamente mi dedo sobre la nariz, el olor me gustó, era un instinto de culear diferente al que había sentido antes con Alexander y Joaquín, fue así como Jaime en muy pocas ocasiones que estuvimos juntos me despertó aún más el deseo de culiar.
    
    Pese a todo y al tiempo, Jaime siguió culiando a mi prima y a veces me tocaba de verlos hacer, se me reían, ya no tenían vergüenza, a veces a escondidas me sentaba a verlos para aprender poses que a futuro les haría a Alexander y a Joaquín. 
«12»