Aslan el perro versátil - Relatos Eróticos

Aslan el perro versátil

Primero que nada he de afirmar que esto me pasó hace más de 5 años, antes de cambiar de hogar por cuestiones académicas, siendo yo un jóven descubriendo mi gusto bisexual; de 17 años, cuerpo delgado, altura de 1.70 mts, piel apiñonada y un largo de 16 centimetros (ustedes saben de qué
..) para ese momento.
Tenía mucho tiempo libre y muchas ganas de   experimentar algo más que mi primera vez con aquella yegua de la caballeriza, pues a ella solo la podía tener de noche; resulta que dos años antes de mi primera vez hubo una vecina que tenía una perra de raza labrador, era de color gris y unos ojos claros, entrando en su primer celo fue mía (historia que también puedo contar si lo desean), después como estaba libre se fue a cruzar con un pastor alemán bastante bello para su edad, y así pasaron los meses hasta que nació una camada de 6 pequeños cachorros.
Dos amarillos, dos negros y dos grises, siendo uno de los amarillos el más grande y que por obvias razones la dueña de la perra se había quedado.
Comenzó a pasar el tiempo y yo frecuentaba a mi vecina para visitar a los cachorros, veía como crecían hasta que pasados un año y 8 meses Aslan ya había crecido, era un perro grande y muy hermoso, tenía unos ojos que parecían delineados, con el color claro que tenían los de su madre, una línea de pelo negro con toques grises y caramelo que cubria su lomo y el resto del cuerpo de color amarillo claro, era un perro muy cariñoso, grande y fuerte, y como yo había hecho mía a su madre ...

... sentía que el también sería bueno para hacerme esta vez suyo.
Cierto día la dueña de los perros me los dejo encargados, pues ella saldría por tres días y, a pesar de estar libres, necesitaban ser alimentados, bañados y cepillados, entonces  yo acepte con gusto pues así podría poner en marcha mi plan...
El primer día llegue a la casa y saque el alimento que les pondría en sus respectivos platos, los llamé y corrieron a mi encuentro, mientras comían Aslan movía la cola y me miraba con cara de querer un poco más de comida, a lo cual accedí y le di un extra de alimento, la madre de Aslan apenas terminó ya estaba oliendo mi entrepierna y esperando a ver lo que hacía, cosa que me exitó en extremo, y no tarde mucho tiempo en tener una erección, fue entonces que se me ocurrió que sería bueno cepillar a ambos, comencé con la perra y está se sentó, estaba tranquila y al finalizar se fue corriendo hacia el patio de los vecinos, pero Aslan seguía ahí, con curiosidad por el cepillado.
Lo llamé y fue corriendo hacia mi con mucha felicidad, comencé a cepillar su torso por un lado seguido del lomo y él solo cerraba los ojos y se enfadaba si paraba de hacerlo, cuando intente cambiar de lugar me insistía en seguir, jalándome la  mano con su pata, pasé a su cabeza y luego su cuello, para finalmente llegar al pecho, dónde se quedó muy quieto esperando a mi siguiente movimiento, fue en ese momento que cepille hacia abajo, y al mirarlo me di cuenta que Aslan estaba teniendo tamaños erección que ...