1. La noche


    Fecha: 06/04/2020, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Aria, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    La noche había llegado. Estaba todo listo. La comida lista, servida en los platos, estos en la mesa de mantel rojo, junto a las copas de vino y de champagne. Rosas y velas adornaban toda la habitación. Realmente estaba nerviosa, sería nuestro reencuentro y tenía que ser perfecto. Todo debía salir bien. 
    
    El timbre sonó, allí estaba él. Tan hermoso como siempre. Ese pelo que me encanta a mí, que a la hora de tomarme puedo agarrar y tironear. Con su altura que a comparación de la mía es intimidante, de solo quererlo en solo dos segundos podría estar encima de él. Esos ojos llenos de lujuria, de deseo por tomarme. Entró, sin poder cerrar la puerta, me abrazó, cerró la puerta de una patada. 
    En un segundo para otro nos encontrábamos en la cama, besándonos. Nuestras lenguas se acariciaban como si no lo hubiesen hecho en mucho tiempo. Sus manos recorrían mi cuerpo aun vestido y las mías agarraban fuertemente su larga melena. Me sentó sobre de él,  sobre sus piernas, para luego pasar a desabrochar mi camisa, que a rindiéndose simplemente la arrancó, haciendo  que los botones saltaran hacia todos lados. De pronto su lengua ya no se encontraba en mis labios, sino que en mi cuello, haciendo marquitas y dejando toda su saliva allí. Pero mi sujetador impedía que siguiera con su camino, así que sin esfuerzo alguno, lo saco, sin que casi me diera cuenta.
    Completamente excitada estaba ya, no aguantaba más, lo necesitaba dentro de mí. Así que como una nena buena, le saqué la camisa ...
    ... que llevaba puesta. Luego me baje de sus piernas, agarré un almohadón, lo puse en el piso y me arrodille a sus pies. Comencé a lentamente desabrochar el pantalón, el botón y luego el cierre, no podía bajarlo sola. Con ojos suplicantes y un “por favor” me ayudó a bajar el pantalón, pero el bóxer lo dejó.  Sabía que quería, su verga estaba dura, pero no había tenido suficiente provocación, así que mi boca se acercó a su bulto. Mis labios y mis dientes comenzaron a acariciar toda la montaña que al sentir el roce reaccionaba cada vez, más y más. Él me miraba con ojos lujuriosos a la espera de más, pero no iba a darle todo lo que deseaba todo así de rápido, así que seguí, así como venía pasándole la lengua de vez en cuando. Mis manos fueron al elástico del bóxer jugueteando lo bajaba y lo subía, hasta que lo desesperé, sus manos fueron a las más apretándolas y bajando, junto a las suyas, el bóxer. 
    
    Ahí se encontraba la verga más rica que me había comido, y estaba lista para mí. Pero el dueño de esa verga súper dura, lista para penetrarme, tenía otros planes.  Diciéndome que tenía prohibido usar mis manos, llevo sus manos fueron a mi pelo que estando suelto lo sujeto en forma de coleta, dirigiendo mi boquita a su riquísimo falo. Mi cabeza era dirigida por sus manos, hacían entrar y salir ese gran trozo de carne, el cual llegaba al fondo de mi garganta, provocando leves arcadas. Esto lejos de molestarlo lo excitaban cada vez, más. Mi cabeza se movía cada vez más rápido ya sin ...
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