Mi ahijado preferido - Relatos Eróticos

Mi ahijado preferido

Este es mi primer relato, mi nombre es Guillermo, vivo al sur de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco, México. Soy una persona atlética, mido 1.80, peso 80kg, moreno claro, cabello castaño corto, actualmente tengo 35 y estoy casado desde hace 13 años; toda mi vida me considere heterosexual, pero hace un par de meses durante los festejos de año nuevo me pasó una experiencia que puso en duda mis preferencias. 

Ángel tiene 18 años y es el hijo mayor del hermano de mi esposa, fui su padrino de primera comunión cuando tenía 9, es de piel morena, mide cómo 1.70, ojos grandes, nariz afilada que contrasta con el grosor de sus labios, está bonito el niño y tiene unas nalgas de ensueño que hasta ese momento no había notado.

Siempre fue muy cariñoso conmigo, me abrazaba cada que me veía, yo correspondía a ese cariño pero sin pensar en nada morboso. El 31 de diciembre siempre lo pasamos en casa de mis suegros, nos reunimos toda la familia y disfrutamos de buena comida y bebida, a mi desde siempre me ha gustado más la cerveza, contrario a mis cuñados y mi suegro a quienes les gusta beber tequila, mi ahijado no se separaba de mí pero en esta ocasión lo notaba diferente, pensé en mi interior "tal vez el calor de la cerveza me hace pensar estupideces", poco después me di cuenta que no era mi imaginación, somos 4 familias en total, así que mi suegro dispone de una habitación para cada familia; llegó la hora del conteo regresivo, ya saben los 12 deseos, el abrazo de año ...

... nuevo y todo eso, al abrazar a Ángel me di cuenta de la emoción con la que me abrazaba, sentí la calidez de su cuerpo y mi pene reaccionó con una pequeña erección, lo que hizo que disimuladamente lo retirará de mí para que él no lo notara.

Tomé asiento nuevamente y entre platicas, risas y cerveza paso el tiempo rápido, para ser honesto yo ya estaba algo mareado, me levanté para ir a orinar, subí a la habitación que previamente nos habían asignado y no me di cuenta de que Ángel me siguió, entré de prisa pues ya me andaba bastante, deje ambas puertas abiertas (de la habitación y el baño), cómo pude me saque el pene y comencé a orinar (quien bebe cerveza entenderá esas ganas de orinar que dan y no puedes aguantar), mientras descargaba cerré los ojos un poco para lidiar con el alcohol que ya recorría mis venas, grande fue mi sorpresa al sentir que la mano de Ángel tocaba mi miembro mientras aún orinaba, eso me dejó desconcertado e impidió que reaccionara rápidamente, termine de orinar y Ángel se agachó y puso mi pene flácido en su boca para limpiarme los restos de orina que quedaban, solo atiné a tomarlo de los hombros y levantarlo...

- Que haces Ángel? 
- Perdón padrino (contestó avergonzado) 
- Esto que hiciste no está bien! 
- No le diga a mi papá por favor, hago lo que usted quiera pero no le diga. (El siempre se me habla de usted).

Mi cuñado es de esas personas machistas que dicen que si un hijo o hija es homosexual es capaz de correrlo de su casa, esos comentarios ...