la perra de mi tia - Relatos Eróticos

la perra de mi tia

... almorzar.
   Ya descansados, bajamos nos acomodamos en el comedor y almorzamos opíparamente. ELAIN, no quitaba los ojos de las nalgas de mi tia, le pregunte la razon de ello, cuando mi tia se dirigió a la cocina, ELAIN, me dijo que no comprendía, como mi tia había soportado esa vergota de ese potrillo. Luego, mi tia nos invito a la granja, nos presento a brutus, el potrillo que en la madrugada le había casi destrozado el culo. Ya de noche, optamos por irnos a nuestra habitación,  no podía dormir evocando esa gran cogida que brutus le había hecho a mi tia, ELAIN, tampoco dormía, de repente me tomo del brazo y me pidió que fuéramos a la granja, quería mediar cuanto tenia brutus de verga. La complací, tomamos una cinta de medir que mantenía en la cajuela de mi carro y nos dispusimos a medir esa gran verga.
Una vez en el cobertizo, le dije a ELAIN que tenia que masturbar abrutus, para poderle medir la verga, asi lo hizo ella, mientras masturbaba a brutus, y saque mi pinga del pantalón y me comencé a pajear también, ELAIN al observarme, agarro mi verga con sus manos y comenzó a masturbarme en una forma rítmica, junto a la masturbación que también le hacia a brutus. Ya completamente erecta la verga de brutus, ELAIn procedio a medírsela. 45 ...

... centímetros de largo, y 8 de grosor, me miro fijamente y adivine, lo que se proponía, le dije que probásemos, se arranco el pantaloncillo que tenia puesto, y le dije que se pusiera en cuatro patas como habíamos visto a mi tia, hací lo hizo, yo le tome la verga a brutos y la dirigí al culo de ELAIN, de repente se escucho un grito desgarrador, brutus había penetrado de un solo golpe a ELAIN; de su culo brotaba un chorro de sangre, no se la podía contener, me asuste, sin embargo ella seguía moviéndose con ese pedazo de verga dentro, se la había tragado toda.
me pedia que la dejara gozar, gritaba, suspiraba y se revolvía producto de una serie de orgasmos múltiples que experimentaba con esa gran cogida, producto de los primeros gritos desgarradores que se escucharon en toda la finca, mi tia apareció de repente en la puerta del cobertizo. Nos miro, y seguidamente se despojó de su camisón, tomo mi miembro y comenzó a mamarme mi verga. Mientras tanto, ELAIN se revolcaba de dolor y de gozo, experimentando esa sensación de tener 45 centímetros de verga en el mismo culo. Formamos una orgia, en la que, ELAIN y mi tia se turnaban la verga de Brutus, y me daban unas tremendas mamadas. De esa forma, pasamos toda nuestra estancia en la granja de mi tia.