1. Solo quería saborearla


    Fecha: 18/03/2020, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Sardinilla, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esto de las redes sociales es un mundo cuanto menos curioso, y a veces, un tanto peligroso. Viendo las publicaciones de un amigo me fijo en una foto en la que está con más personas. Al principio no le di mayor importancia, pero no pude evitar fijarme en las curvas de una de las chicas. Llamó tanto mi atención que miré si estaba etiquetada y efectivamente, ahí tenía su perfil. Rápidamente la agregué y pronto empezamos a charlar con la excusa de tener un amigo en común. Yo soy mayor que ella, y no sé si era eso o simplemente que le gustaba jugar y sentirse deseada, que en seguida las conversaciones empezaron a subir de tono. ¿Cómo no podía gustarme? Si tenía unos pechos perfectos, duros y bien firmes, ni muy grandes ni muy pequeños, tamaño perfecto y muy apetitosos. Y está claro que ella opinaba igual por las fotos que subía, donde las hacía destacar, así como su respingón y perfecto trasero, normalmente bien marcado por leggins. Era una muchacha muy apetitosa, pero sobre todo me gustaba que jugara conmigo.
    Un día, en una de nuestras charlas, se nos hizo un poco tarde, y le dije que a ver si algún día quedábamos para tomar algo y por fin conocernos. Me dijo que estaba de acuerdo pero que era complicado compaginar horarios entre sus clases de la universidad y mi trabajo. No sé qué pasó por mi cabeza para decirle que si quería, en ese momento podía ir a buscarla, recogerla con el coche. Me dijo que era muy tarde a lo que la contesté que daba igual, que al menos conocernos, ...
    ... charlar un rato y ya. No se la veía muy convencida, más bien lo contrario. Así que me tiré un órdago y le dije que sería rápido, solo que me dejara comerle el coñito, que era lo único que quería, y en cuanto se corriese era libre. Se quedó un poco perpleja, pensé que me iba a mandar a la mierda, pero solo preguntó que cómo y dónde. Le dije que tenía el coche con las ventanas tintadas, y que a esas horas de la noche, siendo día laborable, todo el mundo estaría en cama y nadie nos vería, menos estando tumbados atrás. Tras un par de tiras y aflojas, accedió. Había conseguido excitarla, y el hecho de saber que ella no tenía que hacer otra cosa más que disfrutar la animó a dar el paso. No tenía nada que perder. 
    Fui rápidamente a por ella sabiendo que cuanto antes llegara de más tiempo dispondríamos, pues tampoco quería que sintiera que era un mero objeto. Quería que realmente estuviera agusto para que disfrutara. La aviso al móvil cuando llego y en 3 minutos la tenía junto a la ventanilla. Como era de esperar, se había puesto unos leggins, esos grises que tanto le gusta enseñar en su perfil de internet. Arriba iba más tapada, lo cual al principio me dio un poco de bajón, pues esperaba disfrutar de unas vistas completas, pero al final me animé sabiendo que al menos la tenía ahí delante, lo cual era lo más difícil. Con una seña la invité a que pasara directamente a los asientos de atrás y conduje a una zona un poco más tranquila, dándole la típica conversación de quien se acaba de ...
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