1. El masaje de Susana


    Fecha: 07/03/2020, Categorías: Tabú Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    EL MASAJE DE SUSANA
    Tenía 40 años y era muy bello. Y Susana tenía 47. Era mi mejor amiga. Nos conocimos en un trabajo. Un día me senté con Antonia una chica que se casó a los 18 años. Ahora tenía 28. Se nos veía que nos gustábamos.  Entonces Susana se puso celosa y me dijo que nunca me presentaría a sus hijas. Susana no me gustaba. Y además le olía un poco la ropa. Pero me dijo una cosa muy atrevida que entonces no le di importancia. Que hacía masajes para chuparse los dedos. Que eran para la próstata y que era especialista en hacerlos, tanto como otras actividades relacionadas con su trabajo. No era una mentira.
    -	Quedas advertido. - me dijo.
    Como yo estaba enamorado de la bella Virginia no le hice ningún caso.
    Dos años después. Estaba enganchadísimo a sexo real. Pero también fantaseaba y me dio por acordarme de Susana y lo que me propuso. Muchas mujeres que no encontramos atractivas, pero luego si nos gustan y aparecen en nuestras fantasías. Tenía contacto con ella y la llame.
    -	Sigue en pie la propuesta- le dije
    -	Por supuesto cielo- al principio dudó un poco. 
    Era una mujer muy experimentada pero aun así algo de timidez le produjo mi llamada. Había estado casada tres veces.
    Así que no tardé ni una hora en llegar a su casa.
    Me fue desvistiendo. Me quito el jersey, la camisa. Me bajo los pantalones y el slip.
    -	Ponte boca arriba- me dijo – o mejor boca abajo, pero ladeado para que pueda tocarte bien.
    Vi que cogía unos guantes blancos de usar y tirar, pero ...
    ... inmediatamente se los quitó. Me acariciaba el pene y los huevos. Me encantaba. Yo jadeaba.  Me meneaba la polla. Como movía los dedos. Aquella si que era una señora paja. Así tocándome el miembro y los testículos y entre el ano y estos me volvía loco. Tenía una gran erección. No tarde en correrme y gruñí. Crei que todo había terminado, pero acababa de empezar siguió tocándome por debajo de los huevos. La seguía teniendo dura. Que poder tenía esa mujer. Volví a eyacular y así varias veces. Luego se volvió a poner los guantes, pero se los quitó. 
    -	Mejor sin los aguantes, es más placentero- me dijo
    Me metió un dedo en el culo y me dijo que así me alcanzaría la próstata. Luego me metió otro dedo. Al principio me molestaba, pero con los dedos en mi ano y con la otra meneándola me hacía tocar las cumbres. Mi pene creció. Medía un poco más de 20 centímetros. Presionaba con los dedos y los meneaba. Tuve un orgasmo brutal llenando de semen el colchón. Y el caso es que seguía con la polla erecta.
    Se la metí por detrás, no por el ano sino por la vagina. Como sonaba el golpeteo. Su vagina estaba al máximo de mojada. Yo no paraba de darle y llegar al orgasmo. Susana era la bomba. A veces las mejores en la cama no son las más guapas. Recuerdo que gritos y berridos pegaba ella.  Me había vuelto loco. No recuerdo la de veces que me corrí, pero calculé que estuvimos en esa postura por lo menos hora y media.
    Esa noche no pude dormir y me masturbé como diez veces.
    Susana y yo comenzamos a salir. ...
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