1. Enseñando a mi hermanita


    Fecha: 01/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: inmoral23, Fuente: CuentoRelatos

    Era una noche muy fría, ella estaba en su cama, chateando en su celular, yo en el sofá, también chateando, con una amiga que vive fuera del país, y que es muy caliente, hablábamos de todo y me enviaba fotos de su cuerpo desnudo, que es uno de los más ricos que he visto, ¿y como no ponerme caliente así?
    
    En eso empiezo a tocar mi pene y mi hermana se levanta a ponerse su pijama, tenía una tanga negra, y ella morena con un cuerpo hermoso, eso me excitó mucho, pero era mi hermana, no podía pensar así de ella, luego me dice que me acueste con ella, porque hace mucho frío, y se pegó a mí, frotando sus nalgas en mi pene y sintiendo mi erección, luego le abrazo el abdomen y empiezo a subir hacia sus senos y me pregunta:
    
    -¿Qué haces hermanito?
    
    -Nada!, hace frío...
    
    -Pero tiene unas manos como necias...
    
    -¿Te molesta?
    
    -No, normal, eres mi hermanito...
    
    -Cierto!
    
    Seguí acariciando sus pezones y mi erección era aún mayor, hasta que saqué mi pene y le dije que me prestara su mano, y la puse sobre mi pene, ...
    ... empecé a masturbarme con su mano, y le dije:
    
    -Hazlo tu solita
    
    -Pero no sé cómo!
    
    -Sólo sube y baja, es todo...
    
    -Bueno
    
    De inmediato empecé lamer sus senos y ella a gemir, el frío desapareció y quitamos la sabana, esos senos eran hermosos, redonditos, no tan grandes, ella me masturbaba más rápido, y yo la lamía más fuerte, luego le pedí que se quitara el short y sin decir nada se lo quitó, y me dijo:
    
    -Me están saliendo vellos, aún no me depilo.
    
    A mí no me importó, empecé a masturbarla y ella a mí, luego quise hacerle sexo oral, pero me detuvo, seguía masturbándome, y no aguanté más, bajé a su vagina virgen y empecé a lamerla, ella gemía, y le pregunté que si le gustaba, y no dijo nada, solo gemía, cuando ya sentía venirme, le pedí que me lo chupara, pero me dijo que otro día, así que me vine en sus senos, ella me dijo:
    
    -Está muy caliente, nunca lo había visto, gracias hermanito, siempre me estás enseñando cosas nuevas.
    
    Se limpió y se arropó con la sábana, yo quedé mudo, y me acosté también. 
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