Un obrero me folla cómo nunca II: El trío contratista - Relatos Eróticos

Un obrero me folla cómo nunca II: El trío contratista

Bueno, el otro día escribí la parte uno de este relato sin pensar que fuera necesaria una segunda, pero lo fue así que si no han leído la primera se las recomiendo para que entiendan esta.


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Desde lo ocurrido en la I parte, follar con James era un ritual diario. Íbamos al baño y los dos nos descargábamos ahí gimiendo. Aún así no me sentí bien con mi esposo y decidimos terminar la relación. 

Despertaba esbelta y proactiva un lunes. Me vestí de nuevo sexy por si James tenía disponible su miembro para montarlo un poco. 
Mi jefe, Ronald, un arquitecto superior me llamó:
- Hey Natalia, buenos días, te quería invitar a una discusión que tendré con unos contratistas esta tarde. A lo mejor quieras ir?
Era una experiencia que no me podía perder, así que acepté, sin embargo se me cruzaba con la hora de sexo en la planta de abajo entonces le escribí explicándole todo a James de por qué no me estaba bajando las bragas en ese momento.

Entré a la sala, había una mesa grande de cristal en el medio. Por un lado mi jefe Ronald y por otro 5 congresistas más. Olvidé de que mi traje estaba muy provocador justo ese día entonces me incomodaban las miradas un poco. De los 5 congresistas me fijé en uno. Parecía grande, de unos 37 años, barba, blanco y músculos en todo el cuerpo. Me senté al lado de él.

Pasada media hora de reunión, un mensaje llegó a mi celular. Discretamente encendí y abrí el mensaje en mi celular. Era James con una foto de su gigante miembro diciendo “sal ...

... de esa reunión, que te estoy esperando”. Me torcí las piernas. En ese momento sentí miradas, me volteé y precisamente el congresista miró “así te gustan eh”
- a si te gustaría - le respondí de burla 
- contigo, cualquier cosa
Así que decidí salir de la reunión que se tornaba aburrida y fui a los baños de la planta alta, amplios y decorados. Detrás de mí iba el congresista. Cerró con seguro y empezó la acción. 

Lo desvestí en dos segundos. Y lo agarré de la corbata. Se la quité para ponérsela a mi invitado, James, que acababa de entrar. Los machos se portaban bien entre ellos pero yo iba a explotar. En un segundo tuve sus pollas idénticas en mi boca con la única diferencia en que la de James sudaba más líquido. El congresista luego me puso en cuatro mientras chupaba el miembro de James con mi otra mano.
De pronto, el congresista me dio dos nalgazos para indicar cambio. James me enterró su miembro mientras el congresista se corría en el lavamanos.
Así que me volteé a mirar a James mientras me enterraba su miembro. Lo agarré de la corbata y él se corrió en mi, sentí su leche caliente. Pero él seguía prendido. Así que subió a masturbarse con mis tetas. El congresista observaba masturbandose mientras nos ve. Acercaron de nuevo sus miembros mojados y me metieron dos dedos en mi vagina. Empecé a gritar como loca. 

James me alzó y metió su pene en mi hoyo mientras el congresista en mi vagina. No duramos ni un minuto, todos explotamos nuestros aparatos sexuales al tiempo. ...