1. Me vio, me siguió y terminó dándome por el culo.


    Fecha: 14/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

        Lo vi acercarse poco a poco, hasta que se colocó justo detrás mía. Miré cómo sacaba su polla totalmente empalmada, se pegaba a mi culo, me rodeaba con sus manos, haciendo que dejara de menearme la polla, y agarrármela él.
    
    
       Andaba caliente y salido cómo una perra en celo. Ya había ido a varios aseos públicos, sin encontrar quien me metiera una polla en el culo; nada de lo que había encontrado me había terminado de convencer; así que esa noche antes de bajar al centro de la ciudad, se me ocurrió pasar primero por los aseos de la estación de ferrocarril, a ver que ambiente había. 
       No solía ir por dichos baños; no me gustaban mucho; por la cantidad de gente que solía haber, y yo era bastante tímido.
       
       Serían sobre las 9 de la noche cuando entré en la estación de ferrocarril. Primero fui a los paneles donde anuncian las llegadas y salidas, miré la información que había, para luego ir a los baños.
    
       Cuando entré había 3 personas, una lavándose las manos, y los otros 2 en los urinarios, por lo que fui directamente a meterme en uno de los aseos. Había entrado en el aseo del medio, que era el que estaba con la puerta totalmente abierta de los 3 aseos que había.
        Cerré la puerta, quedándome leyendo los escritos que tenía esta, y viendo que había varios agujeros por donde espiar a los que se encontraban en los urinarios, y por donde también te podían espiar a ti. Miré por uno de ellos, viendo que el que se lavaba las manos se iba, lo mismo que hizo uno que ...
    ... estaba en los urinarios.
    
       La otra persona que quedaba, al ver que entraba otro, terminó por marcharse. El que terminaba de entrar se colocó en el último urinario, giró la cabeza mientras sacaba la polla mirando para las puertas de los aseos. Miró hacia la puerta del aseo en que yo estaba, y sin guardarse la polla, fue a meterse en el aseo que estaba a la izquierda del que yo me encontraba.
       Quedé escuchando y mirando hacia la pared que daba a ese aseo, cuando vi que caía una bolita de papel. Fue cuando me percaté de que, entre los azulejos de la pared, había un agujero, y que dicha bolita de papel que acababa de caer era lo que lo tenía tapado. Había que ponerse de cuclillas, para mirar por allí, por eso no me había dado cuenta hasta ese momento.
       Me agaché a mirar, notando que el que terminaba de entrar, estaba mirando por dicho agujero. Al ver que yo también miraba, se apartó y se puso de pie, empezando a bajarse los pantalones y slip. Sabía que yo estaba mirando, por lo que prácticamente se puso a hacer un estriptis. Me enseñaba su polla, la meneaba, se sobaba los huevos, movía las caderas; hijo de puta, el muy cabrón me estaba calentando aún más de lo que ya estaba. No era muy guapo de cara, pero tenía una bonita polla. Lo conocía de verlo trabajar en una empresa que hacía cajas de madera para los exportadores del puerto, la cual estaba pegada a la jamonería Munín y casa Cuba. Al menos ahí era donde lo había visto, además de verlo por el puerto llevando dichas ...
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