1. Otra vez con Patricia


    Fecha: 08/01/2020, Categorías: Sexo oral Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    OTRA VEZ CON PATRICIA
    He de reconocer que a veces cuento en mis historias que a la chica con la que me acuesto no la vuelvo a ver. Pero hay muchos casos en que he decidido ocultar más experiencias porque me avergonzaba.
    Es el caso de Patricia, la chica rubia, espectacular, de pelo abundante, que solía llevar una chaqueta blanca y el resto de la ropa también. Siempre suele llevar pantalones.
    Pasaba que yo por mi timidez no me atrevía a decirle nada, pero había un compañero jovencito que hablaba con ella. El chaval, muy macarra él, se portó mal con ella, pero le dio resultado. 
    Ella, cuando no estaba la supervisora acostumbraba a marcharse un cuarto de hora. El cabrón del chaval fue a ella y le chantajeo. Le pidió que se acostase con él o que le contaba a la supervisora lo de su fuga del trabajo.
    Luego, Patricia me contó que accedió a estar con él y que fue a su casa, en una ocasión que no estaban los padres y como se la folló, el encima de ella.  Pero eso fue después.
    Antes ya me había percatado de lo que había pasado. Lleno de celos y desesperación me fijé en un el momento de descanso de Patricia y salí disimuladamente.
    -Si haces cosas conmigo-. Te pago.
    - Si es buena cantidad me lo pienso. - me dijo sorprendiéndome, con su forma de hablar tan vulgar siendo una chica que externamente parecía muy elegante.
    Como conté en otro relato ya me había acostado con ella ...
    ... cuando le regalé un perfume caro.
    Le ofrece una buena cantidad de dinero y ella me dijo que sí.
    -En tu próximo descanso, vas al baño de tías y me la chupas-. Le dije.
    -¿Y el dinero?
    Lo llevaba en un sobre y se lo di.
    -En el baño-dijo.
    Llego la hora y mi corazón latía con furia.
    Se levanto y yo disimuladamente fui detrás. Me metí en el aseo de chicas y entre en uno de los váteres. Cerré la puerta. Ella estaba allí vestida de blanco.
    -Quieres que me desnude-me dijo.
    -No.
    Le desabroché los pantalones blancos y me puse a besar y lamer su tanga. Se lo bajé y me puse a comerle el coño. Ella jadeo un poco no sé si exageradamente.
    Me levanté y me bajé los pantalones. Se puso a chupármela como loca. Al principio usaba la lengua que recorría mis huevos y el pene. Me lamía la punta. Luego se la metió toda en la boca. Como me hizo disfrutar. Ella creía que quería correrme en su boca pero en el momento de irme me aparté y eyaculé sobre su chaqueta blanca. Me volvía loco el perfume de sus cabellos de leona. Puse perdida su ropa.
    -Eres un cerdo-me dijo.
    Me agaché y volví a chuparle su sexo. Esta vez ella parecía más verídica y estaba disfrutando. Mi lengua lamía su clítoris y se metía en su hendidura. Ella se corría. Una de las veces chilló y salió agua.
    Yo jadeaba. Me levanté y me abracé a ella.
    -Cómo te quiero- le dije.
    Estaba locamente enamorado de ella.
    
    
    
    
     
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