1. El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 4ª parte.


    Fecha: 27/12/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

      Eran 13:30 de la tarde, cuando nos despertamos; bueno, mejor dicho, nos despertó el viejo; nos dijo que allí si queríamos comer, había que levantarse ya, que la comida era a las 2.
    
      Me fui desperezando, a la vez que era acariciado por el joven macarrilla. Me acariciaba el culo con sus manos, mientras con su boca me iba besando la espalda, llegando a mi nuca, dándome mordiscos con ella.
    
    
    Con sus manos me cogía la polla y huevos, mientras me mordía la nuca y cuello, dejando pegada su pelvis a mi culito. Tenía la polla tiesa, y notaba sus bolas pegadas a mi culito.
    
    Ay que bueno estás putito, me tienes caliente a todas horas.
     ¡uuuuuuffffffffff! aquello me hacía estremecer, y me estaba poniendo cachondo a más no poder. Cada vez que me mordía el cuello y nuca, hacía que se me pusieran los pezones de mis tetillas, duros y excitados, a tope; hasta la polla la tenía ya tiesa y dura de nuevo, y el culito, pedía guerra.
    
       Terminamos por levantarnos, ya que sino, empezaríamos a follar de nuevo, y seguro que nos quedábamos sin comer.
    
    Salimos en pelotas hasta la cocina, y como salvo el viejo que estaba en pijama, así nos quedamos, yendo al baño de uno en uno, para lavarnos un poco, y poder descargar la vejiga, del líquido que se había acumulado en ella.
    
      Comimos en la cocina, una tortilla con chorizo, que había preparado el viejo. Para beber todos bebíamos cerveza. El único que faltaba, era el perro labrador, que estaba en el patio, en su caseta.
    
       Cuando ...
    ... terminamos de comer, nos llevó a la sala, donde nos sentamos a ver la televisión. Estaban con las noticias, ya que pasaban algo de las 3 de la tarde.
    
      Estábamos sentados en pelota picada, tapándonos con unas mantas de viaje, para resguardarnos del frío, mientras fumábamos un cigarrillo el jovencito y yo.
    
      Los 2 nos habíamos sentado en un sofá, ya que allí teníamos el cenicero a mano. Cuando terminamos de fumar, los 2 nos acurrucamos tumbados en el sofá, tapándonos con aquellas mantas.
    
      Notaba la polla de aquel jovencito pegada a mi culo, y el muy cabrón, la tenía ya morcillona, y de paso, me la estaba restregando por mi culo.
    
      Me abrazaba con sus brazos, mientras con las manos agarraba mi polla, jugando con ella, haciendo que me pusiera caliente.
    
      Se estremecía con el frío, pegándose más a mi espalda, restregando su cuerpo por mí. Cada vez notaba su polla más pegada a mi culo, y como cada vez le iba creciendo más.
    
      Ya tenía la polla dura aquel jovencito, e intentando meterla por mi agujerito. Con sus manos no paraba de jugar con mi polla y huevos, haciendo que la tuviera empalmada. 
    
    Con una mano, me colocó el culo, haciendo que su polla quedara en la entrada de mi agujerito, y dando suaves movimientos de su pelvis sobre mi culo, me fue metiendo su jovencita polla dentro de mi culito.
    
       Cuando me la tenía toda dentro, empezó a mover suavemente sus caderas, a la vez que, con sus manos, seguía jugando con mi polla y pelotas, y de vez en cuando, ...
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