EL INICIO DE LA CALENTURA - Relatos Eróticos

EL INICIO DE LA CALENTURA

Esta historia es real solo omitire los nombres por obvias razones..... Siempre he sido muy caliente y desde pequeña diez años, me empezó a llamar la atención todo lo relacionado con experimentar y sentir placer, todo inicio cuando escuché a mis padres teniendo relaciones sexuales por lo que todas las noches me quedaba despierta esperando a que mi papá se cogiera a mi mamá quien además era muy escándalosa y se me antojaba ser yo a la que estuvieran montando, después de eso ya no me bastaba escuchar como se culeaban a mi mamá por lo que empecé a experimentar tocándome las tetas y la panocha para esto tenía como once años, dándome cuenta de que sentía un gran placer de tocarme la panocha empezando a introducirme los dedos y sintiendo como se me empezaba a mojar la cuca... Era tanta la calentura que sentía que me masturbaba todos los días y solo esperaba que llegara la noche para hacerlo...Al pasar de los meses ya no me bastaba tocarme o meterme los dedos por lo que ya había visto en videos de pornografía que a  la panocha se le podía meter cosas más grandes por lo que un día espere a que llegara la noche para intentar meterme algo por mi cukita sabía que tenía que ser muy cuidadosa porque el cuarto lo compartía con mi hermano menor que yo ...ya viendo que mi hermano estaba dormido me ...

... desnude y me empecé a tocar hasta que ya tenía la panocha bien mojada y había decidido que lo que me iba a introducir sería un plumón de los gruesos por lo que poco a poco lo fui metiendo sintiendo como se me ponía caliente el cuerpo y como empezaba a mojarme más y aunque no quería empezaba a gemir por lo rico que sentía de meterme el plumón como ya había visto que básicamente consistía en qué te metieran algo por la cuca se me ocurrió que podría simularlo montandome en la esquina de la cama por lo que me veían todos los días en la madrugada encuerada tratando de hacer el menor ruido posible montada en la punta de la cama bien ensartada con un plumón gimiendo por lo rico que sentía de estar bien ensartada aunque sea por un plumón, ya después fui buscando objetos más grandes, velas, zanahorias, pepinos, desodorantes,  y ya de igual manera empezaba a estimularme el ano  todo esto según yo hacía el menor ruido posible  pero el placer que me provocaba hacía que gimiera instintivamente dándome cuenta de que no fui tan precavida cuando vi a mi hermano con la verga bien parada espiandome por lo  que tuve que brindárle un buen espectáculo de como me culiaba solita...... Iniciando aquí mi vida de incesto hasta los dieciocho años....Con que una sola persona me pida más yo sigo escribiendo