1. Boquita sucia


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: No Consentido Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    El secundario siempre es un ramillete de nuevas sensaciones, y más si la pubertad, las hormonas y la calentura nos convierte en sus mejores presas.
    
    El 12 de marzo cumplí los 18, y ese mismo día empecé sexto año en una escuela modesta pero exigente. La primera semana fue un bajón porque, si bien la mayoría nos conocíamos de primero, había 5 repitientes, uno nuevo y 2 chicas que venían de otra escuela. Una de ellas era Daniela, con bastantes problemas de conducta según aclaró la preceptora. La otra era Tatiana, con serios inconvenientes en su integración en su anterior colegio, por contar con pocos recursos económicos, y por eso fue discriminada. Además era gordita.
    
    La segunda semana pasó inadvertida por una serie de huelgas docentes. Pero la siguiente ya había rumores de que Tati era una nena fácil.
    
    El Rulo nos contó primero que ella le dibujó en la carpeta una pija gorda escupiendo leche. ¡Todos la vimos!
    
    Luego el Tincho nos confesó que le manoteó el pedazo cuando se sentaron juntos para hacer un práctico de informática, y pronto Carlitos se animó a contar que la pibita durante la hora de lengua le metió la mano debajo de su slip y lo pajeó brevemente, mientras le balbuceaba al oído:
    
    ¡si querés te saco la lechita en el baño de los varones!
    
    La bola se corría con el transcurrir de las semanas, y mayo fue para mí llegar a casa y matarme a pajas con todo lo que me enteraba de nuestra compañerita. Lucas una vez nos compartió una fotito de su cola cuando la pilló ...
    ... apoyada con los codos sobre la mesa meneándola lujuriosa. ¡se le veía hasta el inicio de su rayita y el elástico de su bombacha, y para nosotros era terrible!
    
    Más tarde el Laucha nos dijo que él y Omar se la tranzaron en el baño de nenas, que la dejaron en tetas y que ella los pajeó hasta hacerlos acabar en sus manos.
    
    Tatiana no era linda. No tenía un buen culo, ni tetotas, ni ojos preciosos. Sólo una cabellera larga negra, una vocecita de gata alzada, un aroma ensordecedor a su paso y una picardía que la diferenciaba de las demás bobitas del curso. Ellas se horrorizaban, nos trataban de degenerados y asquerosos, pero se morían por estar en la piel de la Tati. Ella sabía sugerir lo que quisiera.
    
    Durante ese mayo la fama de lecherita de la Tati creció. El Rulo, Omar, el Chelo y Ramiro nos confesaron que la borrega les dijo por separado en el recreo pero bajo la misma consigna:
    
    ¡si me das 5 pesos te hago flor de pete en el baño!
    
    Los 4 dijeron que sí. Se mostraban felices detallando cómo la pasaron.
    
    ¡a mí me chupó hasta las bolas, y cuando me saltó la leche se la tragó toda!, dijo el Chelo.
    
    ¡faaaa, a mí también, y me la escupió como una guanaca!, agregó Omar.
    
    ¡yo le ensucié hasta la nariz, y la gila se enojó porque la quería en la boca!, afirmó el Rulo.
    
    ¡yo, apenas pelé el choto se lo mandó a la boca y no pude aguantar bolu, casi la ahogo, y no me cobró!, se nos burló Ramiro.
    
    Yo estaba lleno de pudores, curiosidades y preguntas. Todavía era virgen, ...
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