cerdita rica - Relatos Eróticos

cerdita rica

Cerrando el coche junto a la cochinera de mi hermano, donde habían ocho o diez ejemplare,  de cerdos, se espantaron y juntaron todos en un rincón, excepto uno; esto me extrañó, salté la pequeña pared que nos separaba y le puse la mano encima y se estuvo quieta, porque como pude observar era una hembra, no muy grande unos 80 cm. llevé la mano a su conchita e inmediatamente movió el rabo hacia un lado, eso me puso a mil. traté de introducirle un dedo y costaba, pero cuando apartaba mi mano reculaba buscando el contacto. Me saque rápido el pene totalmente duro mientras ella empujando me arrinconó contra el muro. Por entre mis piernas y su trasero, con los dedos pulgar e indice de cada mano, le abrí los pliegues de su pequeña raja y le coloqué el glande a la entrada, no entraba, era muy pequeña y no estaba lubricada, pero como pude y ya que ella empujaba logré introducir la punta y era tanta la gana que tenía, que sin penetrarla me corrí dentro. Me  la guardé y marche a casa de mis padres a comer. Toda esa tarde no dejé de pensar en ello; me sentía defraudado. Esperé pacientemente a la noche y cuando mi hermano mayor propietario de los cerdos marchó a visitar a su novia, inmediatamente yo fui de nuevo por mi amante. Esta vez, sin prisa, me saque toda la ropa y me calcé zapato apropiado para pisar excrementos , salté la pared, y esta vez fueron dos ejemplares los que no huyeron. Al tacto comprobé la que me aceptó a la mañana porque tenía la vulva más hinchada, aunque las dos ...

... aguantaron que las tocara. Con saliva le lubrique sus labios y mi pene acomodando el glande en la entrada, lentamente, apretando y al mismo tiempo con mis dedos abriendo y separando  sus pliegues que en mis acometidas se enrollaban sobre mi capullo logré después de un buen rato, introducirselo hasta el anillo. Aquí supe que la iba a penetrar por completo, me relaje y descansé sobre su lomo unos momentos, tras lo cual continué apretando y sujetando sus labios para que pudiese entrar. Cuando ya llevaría unos 4 o 5 centímetros dentro noté como un impedimento, aunque elástico, cedía un poco pero no dejaba seguir penetrando, entonces caí en que siendo nueva estaba sin desvirgar, así que haciendo acopio de todas mis fuerzas, di un tremendo empellón y rompí el obstáculo entrando de golpe dos o tres centímetros, a partir de aquí con un gran roce de mi pene en sus paredes vaginales logré metersela toda, quedé nuevamente en reposo sobre su cuerpo e incluso levanté mis piernas sobre el muro descansando, tenía toda la noche para nosotros, aunque pronto el deseo me hizo retomar la iniciativa, ellá desde que le entró toda quedó quietecita y ni se movía, estaba a gusto, pero yo quería roce y movimiento, así que empece a sacarla y meterla, primero poco a poco por temor a que se saliera toda, pero fuese por la lubricación de ambos o porque se dilatase y acoplase a mi grosor (15 cm) y sólo 17 de larga, el hecho es que durante mas de media hora estuve dandole duro sin correrme, cuando me iba a venir ...