Placer prohibido - Relatos Eróticos

Placer prohibido

... bailar?
-Vamos a hacer un poco de todo, si quieres te muestro un poco.
-Con gusto, soy todo ojos.
Dicho esto se levantó del sofá, puso una canción en su celular y comenzó a bailar frente de mí. Sus movimientos sensuales eran un espectáculo digno de ser apreciado por todos, pero en este caso yo era su único espectador, no podía dejar de mirar su culo subiendo y bajando, sus piernas, sus pechos que se movían debajo de su remera, no llevaba sujetador lo pude notar, hasta ví como sus pezones se transparentaban por su remera, eso me hizo poner la verga como piedra, sus caderas se movían , su cuerpo se contorneba al ritmo de una música que ni prestaba atención sólo podía verla a ella, y ella clavaba sus ojos en mí mirándome fijamente mientras se movía, parecía que quería hipnotizar me con sus movimientos-y lo estaba haciendo- hasta que caminó hacia mí, se subió en mis piernas y comenzó a bailar ahí, tomándome de la cabeza para acercarme a ella, y yo toqué su espalda, deslizaba mis manos por su cuerpo, sentía el roce de su cuerpo con el mío y la sensación era embriagante para ambos, la miré a los ojos y pude notar su deseo, la miré de nuevo mientras la tocaba , miré sus labios y sin decir nada acerqué los míos a los suyos y pasó. Nos dimos un beso mientras ella seguía moviéndose, mientras mis manos aún tocaban su cuerpo, sentí sus pechos chocando conmigo, sus labios cálidos, su respiración agitada, su aroma que me embriagaba más y más, no podía frenar, estaba besando a una mujer ...

... hermosa, pero además era mi sobrina, el morbo y la excitación estaban en todo mi cuerpo y no solo en el mío, ambos estabamos excitados y no nos importaba nada, era el momento o el alcholo no lo sé, pero, nos fundimos en un beso tan increíble, sus labios rozaban los míos suavemente, mientras mis manos subían su espalda y mis dedos llegaban ya a su pelo, el cual tomé y jale un poco luego introducí mi mano en su pelo y comencé a acariciar su cuello, lo que desprendió de ella un suspiro, pegué más mi cuerpo al de ella, sus movimientos de caderas suave me excitaba más, mi verga estaba en su máxima expresión de dureza rozando con muslo, sentía el calor de su vagina en mis piernas, su culo se movía un poco en un movimiento que imitaba al movimiento del acto sexual, era un momento único.
Me detuve para tomar un poco de aliento, y ella abrió sus ojos, me miró y me volvió a besar, un rato más de besos y luego nos despegamos sin decir nada. La miré, sus pecho se movía agitado, su latido era acelerado, sus pezones estaban excitados y ella estaba agitada, se levantó de mis piernas y se puso de pie, no dijo nada. Yo me levanté y caminé hacia ella, la rodee con mi brazo su cintura, la lleve lentamente hacia la pared del living cerca de un armario, pegué su cuerpo al mío, le hize sentir mi erección contra su pierna, no pensaba en nada tan solo tenía claro que la deseaba, la deseaba con todas mis fuerzas, con todas mis ganas, la deseaba como nunca había deseado a una mujer, tal vez el morbo ...