Mi hermanito y yo - Relatos Eróticos

Mi hermanito y yo

... junto a mí, con su polla sobre mi cara, tocándome las tetas o acercándose a mi coño, hasta que un día no pudo resistirlo y acabó de rodillas en mi cama, frente a mis piernas separadas y su polla apuntando a mi coño empapado. Estoy segura de que podía ver como de cachonda estaba, como me palpitaba el coñito, porque parecía que le excitaba mucho. No pudo resistirse y esa noche se corrió en mi pubis depilado. En cuanto se dio cuenta, fue a coger unos pañuelos para limpiarme, pero no llegó a hacerlo, porque de pronto empezó a lamer su semen de mi cuerpo. Hasta cogió un poco con su dedo y lo introdujo cuidadosamente en el interior de mi coñito hambriento. Seguro que notó como le apretaba el dedo con las paredes de mi coño.

A la noche siguiente, esperé y esperé, a ver con qué me sorprendía, pero no sé masturbaba. Al cabo de un rato, frustrada me di la vuelta y le vi dormido. Estaba desnudo y no podía dejar de mirarle la polla. Me daba igual que mis padres estuvieran arriba, me levanté y empecé a lamer ese rabo delicioso, que empezó a ponerse gordo y duro enseguida. Jugaba con mi lengua en su puntita, haciendo que diera saltitos. Mi coño ya chorreaba sin parar. No pude aguantar más y empecé a hacerle una buena mamada de puta profesional, pero... Se despertó.

Nos quedamos mirándonos un rato, pero su polla no paraba de latir en mi mano y empecé a mamarsela de nuevo.
"qué zorra eres, sabía que te hacías la dormida", me dijo mientras yo chupaba y contenía mis gemidos.
"no veas ...

... qué cachonda me has estado poniendo, cabrón, estaba deseando que me reventaras el coño" le dije susurrando.
"pues te vas a enterar, puta"
Dios, me encanta cuando me llama así, en serio.

Me hizo chuparsela un rato más, su polla goteando en mi boca, mientras yo me tocaba. Luego, se levantó y me puso en la cama a 4 patas, abriendo bien mis piernas.

"a ver cómo está el coñito de mi hermana" dijo metiendo dos deditos dentro y empezando a hacer movimientos en mi interior "mmm bien apretado y mojado, así se hace, puta, qué coñito más delicioso me voy a follar" dijo sacando los dedos y frotando mi clitoris fuerte, eso me hace sentir una perra barata y bien puta. 

Le supliqué que me follara bien duro y de pronto noté su pollón abriéndose paso en mi coño. Nos costó mucho mantenernos callados mientras me embestia a lo bestia, diciendo obscendiades como "me estoy follando a la puta de mi hermana", "me encanta el coñito de mi hermana" y "correte para tu hermanito, zorra"

Esa noche nos corrimos varias veces y follamos hasta en el salón, yo creo que ambos deseábamos que nos pillaran haciendo guarradas, que nos vieran y se pusieran cachondos al hacerlo.

A partir de esa noche, en vez de bajar a la playa por la mañana, nos quedábamos follando por todas partes de la casa, en la cama de mis padres incluso, y hasta en la terraza. Hacíamos toda clase de guarradas, incluso le pedí que me meara en la cara una vez. Nos gustó tanto que luego quiso mearme en el coño, lo cual me puso a ...