1. La sobrina de mi mujer


    Fecha: 04/10/2019, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Rabo loco, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi mujer y yo tenemos una vida sexual muy activa, ella es tremendamente hermosa, pero como hombre al fin no siempre le he sido fiel.
    Sucediô esta vez en un viaje de vacaciones que hicimos a Nueva York y nos hospedamos en casa de sobrina Adelita.
    Cuando mis ojos se posaron en el cuerpo de Adelita, recodè a mi mujer de esa edad, a sus 35 años.
    Adelita es toda una hembra y estâ casada con Adriano un hombre de su misma edad.
    Despuès de acomodarnos, hablamos de diferentes temas, cena y unos tragos de vopka y cerveza.
    El tiempo pasô y llegô la hora de irnos a la cama, nuestra habitaciôn estâ al lado de la de Adelita y Adriano y esa noche cogî a mi mujer arriba, abajo, de lado y cuatro que es posiciôn que mâs me gusta porque me permite disfrutar de su lindo trasero.
    Esa noche se lo metîa a mi mujer pero, en mi mente lo estaba haciendo con Adelita y para colmo mi mujer gritô como nunca.
    En la madrugada voy al baño y cuando salgo veo a Adriano durmiendo en un mueble en la sala y me extrañô que no estaba en la cama con su mujer.
    Al otro dia en la mañana estabamos mi mujer, Adelita y yo hablando despuès del desayuno y mi mujer me invita a ir de compras le digo que prefiero quedarme oyendo mûsica y bebiendo un trago.
    Al ella marcharse entrè en conversaciôn con Adelita y hablamos de varios temas hasta que caîmos en el de sexo y me dijo a propôsito oî que te cogîa bien a mi tia anoche, le dije yo en tu habitaciôn en cambio no escuchè nada y luego en la madrugafa vi a ...
    ... tu marido durmiendo en la sala y me contestô, a Adriano se le pasan tres meses y no me toca y cuando lo hace apenas me penetra se viene y me deja con todo el deseo de coger.
    Le digo yo con una mujer como tu vivirîa todos los dias encima de ella.
    Me dice, tu me encuentras hermosa, claro si eres todo un monumento de mujer, cuando te vi me dije si yo pudiera cogerla aunque sea una vez que ricura serîa y me dice y tu te atreves hacerlo y sin contestarle la halè suavemente hacia mi y la besè correspondiendo ella con esa bella boca de labios grandes y le introduje las manos entre el brassier y agarre sus tetas erectas y las lamîas gimiendo ella desesperada, le quitè el 
    Pantalôn y me encontrè con un hermoso culo depilado, la acostè en el sofâ de la sala en que estâbamos y empecè a mamarselo con desesperaciôn, con ansias, con deseo y saboreaba sus jugos vaginales cuando decidî meterselo y lo hice con fuerza arrâncandole un grito de placer que se escuchô por toda la casa, de inmediato se vino una vez tras otra y la puse en cuatro enseñândome unas nalga perfectas que besè y mamè, bajando a su ano, le metîa la lengua hasta que decidî cogermela y suavemente se lo fui entrando y ella gritaba al paso que me duele y cuando ya estaba adentro aumentè la velocidad y sentî que habîa llegado al paraîso cuando de mi guebo empezô a salir chorros de leche que salîan de esa hermosa cavidad al mismo tiempo que ella se desvanecîa de placer.
    Asî pasaron los dias con esta bella mujer. 
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