Protegiendo a mi tía Lupe 3 - Relatos Eróticos

Protegiendo a mi tía Lupe 3

Luego de hacer correr a esos dos lobos que  otra vez intentarón cogerse a mi tía pero como la primera vez lo único que consiguierón fue  dejarme a su presa ya  lista para ser devorada por mi, ahora yo era el joven lobo que otra vez olía sus carnes y pasaba mi lengua por su vulva con ansias, estaba tan concentrado en el cunnilingus que le estaba dando a mi tía Lupe que cuando sentí su mano que acariciaba mis cabellos me quedé totalmente helado por los nervios y fue peor al oír su voz que preguntó que le estaba haciendo que me asuste y salí de entre sus piernas y me fui a una distancia prudente. 

Estaba totalmente aterrado por mi cabeza me daban miles de ideas todos los problemas que tendría con mis padres al saber que me había aprovechando de mi tía, ella se había despertado y dijo mi nombre sabía que la estaba tocando ahora que iba hacer era lo que me preguntaba. 

-! Albertitooo... ¿ donde estás porque te detuviste?... No tengas miedo ven no me dejes así se sentía tan rico .. ¡

Esas palabras me sorprendieron por completo mi tía Lupita me estaba llamando ya no como tía sino como una mujer caliente y me pedía que le siguiera chupando su chucha me volvió el alma al cuerpo así que había que complacerla, rápido me quite toda mi ropa y fui a su encuentro. 

Ahora con más confianza la penetré con mis dedos y lengua su concha mi labios y lengua recorrían todo su monte de venus lamía como un perro su zona genital y con sus propios jugos lubrique mis dedos ...

... para jugar con su ano mientras la lengua regresaba a su clítoris ahora ella volvió a gemir de placer estaba completamente mojada. 

-! Ohhh... Albertitoooo... ohhh.. ¡

Mi boca succionaba su vulva con fuerza y también al clítoris  ella sólo gemia más fuerte mis manos ahora tocaban su pezones que estaban duros, la velocidad de mi lengua iba en aumento eso la volvía loca y luego pasando por momentos en su ano y ya no pudo más y sus fluidos salieron con tanta fuerza que parecía que se estaba orinando. 

-!.. Ahhh... ohhh.. mi niñooo.. ohhh.. ¡

Estaba orgulloso de mi mismo había logrado que una mujer de 48 años porque eso era ahora para mí una mujer no mi tía querida y respetada  sino una mujer caliente que reclamó que regresará y continué y terminó gritando y temblando del placer que le había proporcionado. 

- ¡ Ahora.. así ponte en cuatro patas Lupita quiero ver esas ricas nalgas que tienes.. ¡

Ella obedeció estaba media lenta en sus movimientos por el licor pero si consiguió hacer lo que le pedí y dirigí  la verga en su cavidad vaginal hasta meterlo por completo, tener su venia ahora lo hacía totalmente diferente a la primera  cogida que le di ahora ella colaboraba moviendo su rico trasero. 

Que rico se sentía como se movía mi pene dentro de su vagina  y pensar que ayer enterró a su marido y  ahora era yo quién le enterraba la verga en su concha  caliente y mojada, ahora era ella quién me devolvía el favor con sus movimientos.