1. con el viejo en el tren y en el cementerio


    Fecha: 26/09/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: eltecnico2030, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Habíamos salido con amigos a bailar un día sábado, muy pasado de copas cuando volvíamos en tren me pase de largo, volví a subir a otro tren, me quede dormido y me volví a pasar, baje en una estación bastante lejana, me volví a dormir en la sala de espera y cuando desperté ya se me había pasado bastante la borrachera y otra vez volví a tomar el tren
    Emprendiendo el trayecto a casa tenía un viaje de aprox. una hora, al ser fin de semana los vagones estaban totalmente vacíos salvo alguna que otra persona perdida. En la siguiente parada sube al vagón un viejo de unos 70 años o más pude calcular. Lo raro de esto es que se sienta junto a mi siendo que estaba prácticamente vació el vagón, no le di mayor importancia además de que tiene derecho de sentarse donde le venga en ganas.
    
    Arranca el tren y empieza como a querer entrar en conversación…
    
    El. - me toca la pierna y pregunta, ¿tenes hora?
    
    Yo. - no tengo, pero calculo que serán entre las 8 y 9 maso.
    
    Sinceramente no tenía ni la más mínima gana de ponerme a charlar y menos con un viejo que seguramente se iba a poner a contar historias de cuando era joven.
    
    Vuelve a tocarme la pierna….
    
    El. - tenes boleto?
    
    Yo. - no, me quede sin plata para sacarlo, pero igual no hay guardas los fines de semanas.
    
    El. - no te preocupes que si viene el chancho (así les decimos a los que pican los boletos) yo te pago.
    
    A todo esto, me di cuenta que cada vez que preguntaba algo dejaba cada vez más cerca su mano de mi pierna. ...
    ... Imagine lo que buscaba y a decir verdad la idea me calentaba.
    
    Volvió a preguntar no sé qué cosa y ya con más confianza dejo su mano sobre mi pierna, espero unos minutos y como vio que yo no reaccionaba de mala manera. Tomo coraje y empezó a masajearme la verga por encima del pantalón, lo miré y sonreí como signo de aceptación.
    
    Realmente me calentaba mucho la situación de estar en un tren con un viejo que me masajeaba la verga con todas las ganas, sabiendo que en cualquier momento podía subir alguien al vagón.
    
    El. - la tenes grande?
    
    Yo. - 16×5
    
    El. - mmmmmm gordita como a mí me gustan
    
    El. - ¿vivís solo?
    
    Yo. - no, con mis viejos
    
    El. - ¿tenes algún lugar donde pueda chupártela toda y me des la lechita?
    
    Yo. - usted siga, que algo se me va a ocurrir.
    
    Si algo pude comprobar es que al dicho que dice que nadie chupa la verga mejor que otro hombre, habría que sumarle que mejor lo hacen los viejos, dado que además de la experiencia son tan pocas las posibilidades que tienen de tener una verga en la mano que la chupan como si fuera lo último que van a hacer en la vida.
    
    El. - ¿y pensaste algún lugar?, te la quiero chupar bien chupa dita no aguanto más las ganas. Preguntaba luchando por abrir el cierre del pantalón para sacar mi verga afuera.
    
    Pensé en llevarlo a la fábrica abandonada que ya comenté en otro de mis relatos, pero recordé que era imposible porque la había tomado una flia de ocupas y levantaron paredes. El único lugar que se me ocurrió fue el ...
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