Rufus mi perro, mi putita - Relatos Eróticos

Rufus mi perro, mi putita

Hola mi nombre es Gabriel y hace mucho tiempo siempre quise experimentar la zoofilia.

Por cosas del destino se me dio y fue con mi perro Rufus, es negro de tamaño negro y muy dócil. Yo siempre bromeo con mis hermanos de que el perro es gay, más de una vez lo e visto dejarse montar por otros perros pero nunca paso nada.

Todo comenzó un sábado por la  noche de este mismo mes, yo me encontraba solo en casa, mis padres se habían ido al interior y todavía les faltaba una semana para regresar y mis hermanos salieron, yo como de costumbre no salgo, mayormente me quedo jugando y viendo series. Eran las 10 de la noche y navegando por internet en páginas cómo estás encontré unos vídeos de zoofilia muy ardientes de hombres cogiendo perras por la vagina y otro que le daba por el ano. La verdad no pude evitar masturbarme, así que saque mi pene y empecé a acariciar de arriba hacia abajo, por un momento escuché ruidos en la cocina, tal fue mi susto que me puse rápido el pantalón y salí de mi habitación para ver qué pasaba.

Pensé que era uno de mis hermanos pero no era demasiado temprano para que llegarán, solo había una respuesta y si era mi perro, apoyado con las patas delanteras intentando alcanzar el frasco de comida, tiro unas ollas y un sartén, sentí un alivio al ver que era el perro y no mis hermanos, Rufus se acerca moviendo la cola y hace algo que me sorprendió.

Al ...

... acercarse me huele el pantalón bien cerca de mi pene, eso me excito, sentir la respiración de su hocico me provocó una erección y de inmediato se me ocurrió hacer con el lo visto en los vídeos. Cerré bien la puerta de la cocina por donde entró mi perro y lo lleve a mi cuarto, ahí me saque los pantalones con boxer y todo, me senté al borde de la cama y  le enseñé mi verga al perro, se acercó y lo empezó a lamer, que rico que se sintió, esa lengua rasposita lamiendo la punta de mi verga, mientras me lamia, yo empecé a tocar su culo, quería saber si me rechazaba y no fue el caso así que me puse saliva en los dedos y empecé a meterle de a uno lentamente por un rato. Quería meter la verga en ese culito canino, cuando ya estaba bien dilatado me pare y me puse atrás con la verga apuntando a su ano, hice un poco de presión y se lo metí despacito mientras le decía  bien bajito " ahora vas a ser mi putita"  ya bien adentro empiezo el mete y saca lentamente para luego pasar a una velocidad salvaje, se sentí muy apretado y caliente, podía oir el jadeo de mi perro, ver su lengua hacia afuera y su pene erecto.

Después de un largo rato acabe bien fuerte en su culo, lo saqué todo mojado y con algún pedacito pequeño de porquería.

Y esa fue mi primer experiencia zoo con mi perro, durante este mes lo e echo tres veces más así que estén atentos a mis nuevos relatos, espero que les haya gustado.