1. MADRE SÓLO HAY UNA. II


    Fecha: 01/09/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Valac, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    A partir de esa primera vez, nos pasamos dos semanas mandándonos indirectas. Con mi padre en casa era imposible hacer nada, pero hasta un ciego se habría dado cuenta. Me pasaba fotos de su coño con esos pelos tan ricos de varios días. Yo le enviaba otras de las bragas en las que me había corrido.
    La muy puta aprovechaba cuando yo estaba en el salón para pintarse las uñas de los pies. Me lanzaba miradas cómplices y sonreía. Pero entonces me dejó atónito. 
    Mis tíos venían a cenar y ella reservó el baño del piso de arriba para ponerse exuberante. Me mandó un vídeo de dos minutos metiéndose un inmenso vibrador de color negro, sentada en la bañera y las piernas abiertas. Aún con la toalla vino a mi dormitorio y me dio las braguitas de encaje que luciría bajo el vestido. Se las devolví llenas de semen aún caliente y se las puso sin parpadear. Las apretó contra su coño y por la transparencia vi aquella rajita. Le chorreaba por el muslo. Lo recogió con dos dedos y los chupó. 
    Durante la cena actuó como si nada. Yo no me podía sacar de la cabeza esa imagen y le suplicaba con la mirada. 
    Aquella sería la noche. Mi padre había bebido demasiado y no tardaría en acostarse. Aguanté hasta que se marchó. Después simplemente me saqué la polla, pero ella se negó. 
    - Me da cosa con tu padre en la casa.
    - Venga mamá, no me jodas. Eres una calienta pollas.
    Me cabreé. Ella seguía mirando la tele. Me senté a su lado y le metí la mano por los bajos del albornoz. Me la quitó de un manotazo. ...
    ... 
    - ¿vas a ser así de perra? ¿En serio?
    - Cuando tu padre se vaya, ahora no, no seas pesado. Tú ponte que baja y nos ve.
    - Pues que le den. Yo no puedo esperar a que vuelva a irse. Necesito follarte, ahora, me da igual donde.
    Me agarré la polla y empecé a masturbarme. Su sonrisa me dio animos. 
    - Te encantó y lo sabes. Estoy a punto, chúpamela un poco.
    No dijo nada. 
    - venga, mamá, follar no, pero no me puedes dejar así.
    - pero tiene que ser en la cocina.
    La agarré de la mano y la llevé hasta allí. Me bajé los pantalones, ella se puso de rodillas y volví a sentir su cálido aliento. Un minuto después la tenía agarrada la cabeza y guiaba sus movimientos. 
    - Mírame, guarra.
    Lo hizo. 
    La tuve así diez minutos y luego le supliqué que me dejase meterle la polla solo una vez. Se negó. Le quié el albornoz y la cogí por la cintura. Se revolvió pero la besé y noté su lengua. Dos dedos bastaron para que se rindiese y gimiera como una puta. 
    La puse contra la encimera, de espaldas y le metí la polla tan adentro que ahogó un grito. Esta vez solo quería su coño, su rajita. 
    La cogí del pelo y le abrí las piernas con la intención de correrme dentro. Luego las consecuencias me dijeron que no sería lo mejor. Así que le abofeteé la cara y le metí la polla en la boca. Ella sabía lo que iba a ocurrir, así que me dijo:
    -Con cuidado...
    "Te vas a cagar" pensé
    Me abrí paso por el interior de su ano hasta que no pude meter más. Aún así lo intenté. Las tetazas redondas botando con cada ...
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