1. Nuestro primer encuentro


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: HighgraceKnight, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Claro, que era muy probable que los míos fueran, por decir poco, algo más particulares… 
    
     El tanque estaba casi vacío, pero no era de preocuparse, pues ya habíamos llegado a nuestro destino… A las afueras de un Garaje, en una casa solitaria y bella sobre la colina, fue donde me detuve, Ángela, aun distraída, no se había dado cuenta de lo que pasaba, y mientras veía las estrellas por la ventana, y se enamoraba de la vista particular que tenía ese sitio, posé con suavidad mi mano sobre su hombro. La luna inundaba la colina con su luz; se veía en todo su esplendor un espectáculo nocturno cargado de la más eterna y bella sencillez que amparaba a la humanidad desde que esta recuerda, un rastro visible de la pasión, y los extremos, que bajo su luz, se realizaban.
    
    -¿Uh?- Solo pudo decir eso al voltear, pues rápidamente, mi otra mano cubrió su nariz y boca con un trapo lleno de cloroformo, y en un par de segundos, su bello cuerpo se rindió sin luchar, y calló en mis brazos como una doncella a manos de su príncipe.  
    
     Cerré los vidrios de la camioneta, que eran polarizados, y moví su delgado y precioso cuerpo hasta la parte trasera. Quité su delicado abrigo, sus zapatos, y su camiseta, doblando con delicadeza su ropa en el asiento delantero; Procedí a bajar su short, y dejar sus piernas al completo descubierto, no podía evitarlo, y pasé mis manos deleitándome con la suavidad de estas. Su cuerpo era hermoso, con esa piel clara pero bronceada, solo oculta bajo la cubierta de ...
    ... su ropa interior. 
    
     Bajé hasta su vientre, donde solté un par de besos, y bajé su ropa interior blanca, con lunares morados, la cual no pude evitar oler y deleitarme con su aroma natural, solo para luego dejar con el resto de su ropa. Al final, quité su sostén marrón claro, era simple, ergonómico, ahí fue cuando pude apreciar la belleza de sus redondos senos, esas hermosas piezas suaves como nada que haya sentido, coronadas por un pezón marrón e igual de delicado, suave, que ni se había inmutado ante al recorrido de mis manos gracias al letargo de su dueña. 
    
     Con una soga que tenía preparada, até sus manos a la agarradera de la camioneta, orientando su cuerpo hacia el asiento del copiloto, y poniéndola de espaldas hacia mí, flexionando sus rodillas y estirando sus piernas hacia atrás, dejando sus glúteos perfectamente orientados y levantados, abiertos, dejando ambas entradas a mi vil potestad. 
    
     Me quité mi camisa y mi pantalón, pues ya solo eran un estorbo y un incitador del ya acalorado panorama… Mi miembro estaba que saltaba del deseo, pero no tenía chiste comenzar, sin antes jugar un poco con ella, con su cuerpo, con cada parte de la obra de arte que tenía frente a mí, de ese hito natural, de esa ninfa que aún en su sueño inducido, llamaba con fuerza y exigía placer. 
    
     Me posé sobre su espalda, dejando mi verga justo haciendo presión sobre su entrepierna, que aún no había comenzado a humedecerse… Acerqué mis labios hasta su cuello, y aparté su cabello,  el ...
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