1. PETER


    Fecha: 25/08/2021, Categorías: Hetero Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    PETER Conocía a Andreza desde pequeña, al inicio de nuestros estudios primarios, cuando tenía unos cinco años. Ella había nacido en Brasil, sus padres eran brasileros y por cuestiones laborales se habían radicado en Argentina cuando ella era apenas una beba, por lo que hablaba perfecto castellano y solo su nombre y su apellido delataban su origen. El primer día de clases la sentaron a mi lado y desde ese día jamás nos separamos, nos convertimos en amigas inseparables hasta el momento en que estoy escribiendo esto con ya veinte años. El colegio era primario y secundario y ambas estuvimos compartiendo curso hasta empezar la facultad, donde elegimos diferentes carreras y nos separamos un tanto, pero solo un tanto. Como imaginaran nos conocíamos como a nosotros mismas, éramos transparentes e inseparables, confidentes una con otra. Desde pequeña se hizo evidente que ella tenía un carácter más fuerte que el mío, era más prepotente y yo más sumisa, siempre elegía los juegos, siempre elegía donde ir, siempre elegía todo a su manera, y yo me sentía cómoda secundándola, lo que ella dijera estaría bien. Nos llamaban ‘la gorda y la flaca’ en clara alusión a los famosos cómicos, ya que ella era bien gordita y yo un palito vestido, además, ella era la más seria y yo la más inocente. Llegó la adolescencia, ese momento en que dejamos de ser niñas para convertirnos en mujeres. Las cosas cambiaron, como la historia del patito feo de pronto Andreza se convirtió en cisne, ya no fue más la ...
    ... gordita, sus pechos crecieron, su cintura se afinó y sus caderas y glúteos parecieron estallar, unas piernas perfectas y torneadas hacían la envidia del resto. Ella era rubia, se dejaba el cabello voluminoso y cortado a la nuca, dueña de unos enormes ojos verdes y una piel cobriza que deslumbraba. Se había transformado en esa típica mujer brasileña de impactante figura, con un ‘bombom’ increíble. Pero eso no era todo, no solo era hermosa, su forma de ser era el otro punto, totalmente desinhibida, usaba prendas demasiado osadas que yo no me hubiera animado a usar, provocativa y sensual, su forma de hablar, sus gestos, llevaba la ‘zamba’ en la sangre y ese movimiento de su cuerpo al compás de la música enloquecía a todos. Los chicos morían por ella, era lo que todo adolescente tenía en mente, y yo? Yo de alguna forma me transformé en una carga, seguí siendo tan flaca como de costumbre, solo que más y más alta y solía agarrar las migajas que ella dejaba, pero a pesar de todo siempre fue muy buena amiga y se privó de comer ‘platos exquisitos’ solo para no dejar sola a su amiga del alma. Mi carácter retraído dificultaba las cosas, además me avergonzaba la ortodoncia que debía usar y más de una vez lastimaba a los chicos que besaba. Lo loco de nuestra relación surgió cuando teníamos dieciséis años en realidad había comenzado una año atrás, cuando habíamos conocido a Pedro, o Peter como todos les decían, él era nuestro nuevo celador de curso y tenía apenas pasados los veinte años, un ...
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