ESTEBAN, SABADO DE DESPEDIDA - Relatos Eróticos

ESTEBAN, SABADO DE DESPEDIDA

ESTEBAN,SABADO DE DESPEDIDA 9. - Como Miguel solo había conseguido una semana de permiso laboral, ya debían marcharse el domingo por la tarde. Por ello me preocupé de programar una despedida que sea inolvidable para todos. Sin que ellos lo supieran, ubique un escort como los llaman, de raza negra y que hiciera honor a su raza en lo que a dotación sexual se refiere. Y así en la búsqueda que siempre hice muy discretamente, conseguí un mocetón panameño de 32 años, con una dotación de 23 cms y que no le hacía asco a follar a un chico de 15 años, como le mentí los 13 reales de Esteban, para evitar una negativa, que a fin de cuentas estando in situ seguramente no se negaría. Hice trato por la noche completa a partir de las 22 horas. Por supuesto Andrés estaba considerado, nuestro nuevo amigo de 18 años, hermoso como un sol y lo mejor, versátil que nos permitía disfrutar de su delicioso culo a cambio de hacer de todo con nuestro Esteban. Como ya sabía dónde vivo, llego temprano a hacer lo que ahora se llama “la previa” que contrario a lo que se podía pensar, consistió en un par de horas jugando play station, en lo que Esteban ya estaba bastante avezado. Les comenté a todos que a las 22 horas llegaría un invitado especial y que hasta esa hora esperaríamos para iniciar la fiesta de despedida, pero mientras había gaseosas, torta y otras exquisiteces. Puntualmente a las 10 de la noche, me llama el conserje para avisar que estaba presente el “masajista” y le dije le diera indicaciones ...

... para subir. Unos minutos y sonó el timbre y fui a atender ante la mirada curiosa de todos. Al abrir la puerta se presenta un joven alto, 1,85 cms. Vestido deportivamente pero elegante quien me saludó presentandose como Jairo, le hice pasar. Todos quedaron con la boca abierta ante su presencia que era algo inesperado. Los fui presentando uno por uno y los saludó afectuosamente con una amplia sonrisa. A Esteban, además le acarició la cabeza y paso su mano por el mentón en señal de aprecio. Traía un pequeño bolso con algunas cosas personales y le invité a la cocina para hacer efectivo el trato, le repetí lo que esperaba de él y le pague el valor convenido, además convinimos en que la atención duraría 4 horas, recibió el dinero y me dijo “manos a la obra! Y nos fuimos a reunir con los demás. Mientras caminaba se sacó la casaca y se empezó a abrir la camisa, fue una señal para todos y enfilamos al dormitorio, Esteban muy entusiasmado le agarró de la mano y lo fue guiando que ya estaba claro sería el primer enfiestado. Nos empezamos a desvestir, y todos pendientes de la desnudez de Jairo que es el nombre del moreno visitante, se fue sacando la ropa doblándola cuidadosamente hasta quedar solo en bóxer que luchaban por mantener dentro aquella bestia de pene que se perfilaba en la tela. Esteban ni corto ni perezoso acerco sus manitos para ayudarlo a salir y lo saco en todo su esplendor. Una verdadera anaconda, muy larga que seguramente era los 23 cms ofrecidos, no demasiado grueso, pero ...