1. Una familia de cornudos (Parte 2)


    Fecha: 22/08/2021, Categorías: Voyerismo Autor: mastercorneador, Fuente: CuentoRelatos

    ... de esta leche. Creo que no vas a tener que tragar tanto después de todo. Tragaras son las sobras… la quiero solo para mí.
    
    Yo- Bueno zorra que esperas? Ponte a mamar. Y ya sabes Richard. 90 segundos. Sino no acabas hasta quien sabe cuándo…
    
    Sheila se arrodillo junto a su marido y agachándose empezó a mamarlo muy lentamente sobre su jaula. Al cabo de un instante ella se apiado de él y empezó a intensificar sus juegos orales. Se notaba que metía la lengua en los espacios de la jaula para llegar a la piel de su marido. El le tomaba la cabeza e intentaba follarle la boca con desesperación. Jadeando parecía estar muy cerca de acabar. Habían pasado 75 segundos cuando el grito que ya le venía la leche.
    
    Yo- Muy bien, ponte de pie y llénale las tetas a la zorra de tu mujer mientras acabas… aprovecha para decirle lo que sientes.
    
    Me agache rápidamente y le dije al oído a Sheila que le metiera un dedo en el culo a su marido mientras acababa.
    
    Él se puso de pie y se paró frente a su mujer mientras esta continuaba con la mamada mirándolo hacia arriba con cara de santa, y movía su mano entre las piernas e iba metiendo su dedo en el culo de su marido.
    
    R- Ahhh acaboo amooor… me vuelves locooo. Te amo con locura. Quiero que seas una puta quiero que seas la más cerda de las zorras… quiero verte cogida llena de leche quiero que te rompan el culo que llegues a casa sin poder sentarte. Quiero que él sea nuestro macho. Hare lo que me pidasss ahhhh. Sigueee…
    
    Sh- así amor siii ...
    ... acaba anda llena las tetas de tu mujercita con tu leche… voy a serlo… seré una puta una zorra vamos a ser unas perras adictas al semen de nuestro macho juntos…
    
    Richard empezó a disparar como loco semen directo a las tetas de su mujer que a la vez lo masturbaba desde la base del pene. Su miembro se notaba hinchado y enrojecido. La jaula realmente lo apretaba, pero aun así no impedía que el cornudo acabara. Su mujer seguía metiendo un dedo en el culo y con la otra mano apuntaba a sus tetas. Las piernas le temblaban. Realmente había un reguero de semen sobre las tetas de Sheila… ella reía victoriosa. Richard tenía esa sonrisa de alivio que solo los hombres conocemos luego de acabar con muchas ganas. El mirándome me dio las gracias, pero yo le hice una seña apuntando a las tetas de su zorra. El entendió perfectamente.
    
    Se arrodillo junto a ella y luego de besarla, empezó a lamer todo. Recogía cada grumo de semen que había en las tetas, pasaba su lengua y tragaba, repetía de nuevo. Su mujer reía por las cosquillas y por la situación, y lo agarraba de la cabeza casi asfixiándolo contra sus inmensas ubres. Al cabo de un par de minutos, ya todo estaba bajando y volviendo a la normalidad… Sheila pidió permiso para darse una merecida ducha, a lo que le di las indicaciones de donde estaba el baño. Richard y yo nos quedamos juntos en la sala, servimos nuevos tragos, y brindamos por el porvenir tan excitante que se avecinaba. Me dijo que yo era lo que ellos buscaban, sin lugar a duda y ...
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