1. Mi perro me desvirga a los trece años en el granero


    Fecha: 13/08/2021, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hola a todos los lectores de esta página,me llamo Liliana pero siempre me han dicho Lily, actualmente tengo 35 años,soy hija única de un matrimonio que tenía un pequeño pero muy bonito rancho en el estado de Tamaulipas,desde muy temprana edad dejé de sentirme atraída por los juguetes propios de mi edad,más sin embargo empecé a sentir mucha curiosidad por el sexo, recuerdo que cuando veía que mi padre ataba en un tronco firme una vaca para ser cruzada por el toro semental,yo me escondía en el granero con el pretexto de jugar,pero en realidad me gustaba sentir la excitación de ver ese trozo de carne hundiéndose el la parte genital de la vaca,me gustaba sentir ese leve temblorcito en mis piernas,era algo que tal vez inconscientemente lo disfrutaba. Cierto día llegó mi padre con un cachorro pastor belga malinoills de unos tres meses que le había regalado su compadre de un rancho contiguo,nos hicimos amigos inseparables y con el paso del tiempo al decir de cinco meses el perrito ya tenía cuerpo de un perro adulto,cierto día día llevaron a nuestro rancho una yegua para que la cruzará "sombra"nuestro caballo semental,cosa que en cuanto me di cuenta de ello me fui enseguida al granero para observar lo que tanto me gustaba y por supuesto con la compañía de mi inseparable perro "turco". Esta vez la escena subió mucho de tono porque la yegua era primeriza y a pesar de que andaba en celo,en cuanto sentía que el caballo la montaba se movía mucho y el miembro impaciente del semental no ...
    ... llegaba a su destino. Total que al fin de un buen rato de intentos la logró emboquillar y de un empujón se la hundió hasta el tope,fue precisamente en ese momento que yo casi sin sentirlo ya tenía mi mano acariciando mi conchita que para esos momentos estaba ya muy babeante,el temblor de mis piernas aumentó pero traté de controlarme por miedo a lo que seguiría si me excitaba más; pero tal parece que el diablo metió su cuchara porque de repente escuché la voz de mi madre llamándome,iban a ir a la casa del ranchero dueño de la yegua en cuestión junto con los dos ayudantes de mi padre,sin pensarlo dos veces dije que tenía mucha tarea y que me quedaría en casa,mi madre me dió algunas recomendaciones y se fueron, sabía yo que iban a llegar hasta muy tarde porque era seguro que los iban a invitar a comer y a tomar,en cuanto se fueron continué en lo mío,pero esta vez con un poco más de libertad, cerré los ojos y me acaricié placenteramente cuando de repente sentí un lengüetazo en mi parte íntima que me produjo una descarga eléctrica en todo mi cuerpo,era turco que se había arribado a mi cosita,quise decirle que no,quise pegarle para ahuyentarlo pero no pude,dejé que me lamiera mi parte porque el placer que sentía era indescriptible,algo de otro mundo,pero de repente la cosa cambió cuando despues de un rato de lengüeteo él empezó a agarrar mi pierna con el clásico movimiento de apareamiento,en ocasiones había visto en la calle perros pegados pero realmente no sabía el motivo,después de ...
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