1. De locura


    Fecha: 30/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    El caso es que yo estaba al lado de ella pero se volvió loca cuando se enredaron en la arena y rodaron.
    
    Sus besos eran cada vez más largos y sus manos buscaban con ansiedad sus tesoros.
    
    En un momento de calma me pidió tiempo . Quería placer y de hecho eñ otro se lo daba y a mi mestaba dando morbo.
    
    Nunca la había visto tan loca . Ni en nuestros inicios donde nos metámos mano a diario buscando con ansiedad la penetración.
    
    Ella siempre ha sido pasional, loca . De hecho había tenido una relación anterior y el otro había sido un maestro. Venía bien enseñada y me lo refrotaba de vez en cuando .
    
    Sus conversaciones picantes le han causado más de un enfado de alguna amiga por pasarse con su marido.
    
    Ha tenido tentaciones con uno de ellos , tuvieron de hecho una cita y rozaron el sexo total.
    
    El calentón fue tal que sus labios tuvieron que recibir cuidados especiales . Sus labios de la boca , no los otros ,aunque ella hubiera deseado los otros.
    
    A veces he dudado de si es ninfómana por su dedicación permanente al sexo. Lee , ve videos porno y provoca allá donde esté .
    
    En parte me he acostumbrado porque me excita ese tipo de situaciones y la veo venir.
    
    Por eso cuando me pidió calma era para ir al hotel con su chico como decía ella y ...
    ... saber qué era aquello de una relación interracial aunque no era muy negro , era un mulato potente que dicen que son mejores.
    
    Y allí fuimos , los dos enamorados delante y yo observando detrás.
    
    Al abrir la habitación me acomodé mientras ellos se ntretenían jugando con sus cuerpos.
    
    Iba a asistir a una peli porno con mi mujer de protagonista , lástima de no tener vídeo, fotos sí y las guarda ella .
    
    La sesión fue bastante larga , con paradas , entreactos , sonrisas pícaras y deleites carnales.
    
    Le comió uno a uno todos los sitios . Su cuello , sus orejas , sus sobacos , sus pezones y su chocho.
    
    Mucho chocho. Y a cambio ella chupaba su polla como si fuera un polo de hielo . Babeaba por mamarlo.
    
    Mi pija estaba también hambrienta y necesitó un repaso .
    
    Pero la protagonista quería más y mejor y aquello era novedoso y salvo miradas entre nosotros no hubo roces.
    
    Era nuestra última noche en la isla y me pidió que se quedara toda la noche .
    
    Al final dormí en el sofá y el señor culeando a mi santa.
    
    No conté las veces que lo hicieron pero ella me lo recordó en el avión, seis , seis , seis .
    
    En el camino de vuelta bajo la manta le palpé el chocho y me dijo que lo tenía irritado pero que lo masajeara porque tenía un fuerte picor. 
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