Trío salvaje 2ª Parte - Relatos Eróticos

Trío salvaje 2ª Parte

Después de la noche con el mulato y con mi tío siguieron otras noches, donde fui la puta más grande del mundo. Disfrutaba tanto del sexo con ellos que incluso me trasladé a vivir con mi tío, con la excusa de estudiar allí. Como iba a sospechar mi madre de un gay. Para aprender más cosas sobre el sexo entre hombres me vi una gran cantidad de películas de ese tema. Me excitaba tanto verlas que nunca terminaba de ver ninguna. Siempre acababa masturbándome. Por las noches follaba con los dos sin parar, a veces empezaba por verles a ellos pero siempre acababa empalada por los dos.

Un día mi tío me dijo que viniese con nosotros al local que frecuentaban. Yo era ya mayor de edad, pero me extrañaba que una chica pudiese entrar en un local gay.

El local era precioso y los chicos que habían eran espectaculares, sobre todo los gogos y los camareros. Avanzada la noche el mulato me dijo que le acompañara al baño, mi tío hablaba con el dueño. Con mi diminuto vestido seguí al mulato, sabía que me iba a ofrecer algo especial. Al llegar a la parte baja del local comenzó a abrir unas puertas, dentro había hombres follando. Cada puerta, tenía un tema especial, me llamo mucho la atención una de ellas donde dentro se hacía sadomaso. Un hombre estaba atado a una cruz y dos le azotaban sin parar, lejos de sentir dolor el tío tenía la polla como una piedra de dura y se retorcía de gusto. Me sorprendió que alguien disfrutase ...

... del dolor de aquella manera. El mulato me miraba, y me invitó a seguirle de nuevo. Entonces abrió una puerta, en su interior no había nadie, la habitación era preciosa, con una decoración espectacular. El mulato me agarró con fuerza y me besó. Después me cogió en brazos y me tiró en el amplio sofá. Me desnudo y al poco tiempo se abrió la puerta, era mi tío, entraba con tres hombres guapisimos. Uno de ellos era un negro grande con cara de malo. Mientras el mulato no dejaba de tocarme los cuatro se desnudaron, al cabo de un rato me encontré desnuda de rodillas en la alfombra, alrededor mio los cinco hombres, todos tenían la polla grande. Mi tío con su polla gorda, el mulato con su enorme pollon. Pero los tres nuevos no se quedaban atras. El negro era descomunal, su polla igual y los otros dos eran dos pollas buscadas a conciencia por mi tio. comence a mamarselas sin parar, conseguí algo increible. los hombres se corrieron en mi boca uno tras otro, pero luego me follaron. me follaban el culo, el coño mientras con mis manos pajeaba a otros dos y mi boca degustaba alguna de aquellas enormes vergas. se iban intercambiando. aquella noche descubrí el placer de sentirte una puta zorra, cinco tios follandome sin parar y corriendose en mi boca. uno de ellos se meo encima mio y me gusto tanto que tuve un orgasmo brutal.

un mes despues volvimos al local y en esta ocasion me follaron hasta nueve hombres. Soy una puta...