1. SEX MOTEL


    Fecha: 28/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: lib99, Fuente: RelatosEróticos

    ... labios del coño, aplicándole caricias, palmadas y apretones. Patricia se retorcía entre las ondas de placer que partían desde las terminaciones nerviosas de pezones y coño, sin dejar de estimularse el clítoris. Ariadna le apartó entonces la mano con que se pajeaba y sujetó la pinza que oprimía el pequeño botón de carne. Jugueteó con él, apretando y soltando, lanzando desde ese punto concreto hacia todo el cuerpo de Patricia una sucesión de estímulos que entremezclaban indistintamente sensaciones de placer y dolor, de dolor y placer.
    
    Patricia pegó la cara a las tetas de su nueva compañera de juegos y mordisqueó sus pezones sobre la ligera tela de la negligé. Deslizó los tirantes sobre los hombros de Adriana y la prenda cayó a sus pies. Admiró con deleite la perfecta forma de los pequeños pero firmes y erguidos pechos, posó su húmeda boca sobre ellos y comenzó a saborearlos. Deslizó la lengua sobre la delicada piel, chupó las carnosas aureolas y mordisqueó los erectos pezones, intuyendo la excitación que desencadenaba en el interior del cuerpo de Ariadna, como una imparable ola de calor aproximándose a su punto de ebullición. Continuó estimulando las tetas con las manos mientras su lengua descendía por el plano abdomen, jugueteaba en el dulce orificio del ombligo y alcanzaba el pubis, aún cubierto por el tanga. Ariadna lo sujetó con los dedos por la goma y lo hizo descender de sus caderas, acariciando sus muslos hasta dejarlo caer en el suelo. La lengua de Patricia acompañó ...
    ... el movimiento lamiendo el rasurado monte de venus y deslizándola por los pliegues que se formaban entre el pubis y el nacimiento de los muslos. Separó entonces Ariadna las piernas y Patricia se quedó paralizada, mirando con gesto de completa sorpresa el pene y los testículos que colgaban de la entrepierna.
    
    –Parece que ambas guardamos sorpresas –dijo Ariadna divertida.
    
    Patricia elevó la vista y le miró a los ojos.
    
    –¿Te gusta? –Le preguntó Ariadna expectante.
    
    Como respuesta la mujer sonrió y volvió a fijar su atención en la entrepierna. Sujetó la polla con la mano y comenzó a acariciarla. Aún flácida pero ya algo morcillona, deslizó la piel del prepucio adelante y atrás sobre el glande, mientras con la otra mano agarraba los cojones y pellizcaba la rugosa y depilada piel del escroto. La verga comenzó a endurecerse, creciendo e hinchándose bajo la satisfecha mirada de Patricia. La exótica transexual –que le parecía ahora más excitante, si cabe– gimió levemente mientras su boca salivaba. Patricia abrió la suya y se introdujo lentamente la polla, deslizando los labios sobre la delicada piel del fuste. Ariadna profirió otros pequeños gemidos de placer. Miró a su alrededor y se fijó en el cepillo de cabello que descansaba sobre la balda del espejo que había encima del lavabo. Lo cogió y, enarbolándolo, miró a Patricia. Ésta comprendió y se inclinó para que su culo quedara bien en pompa. Ariadna le lanzó un azote con el reverso del cepillo, golpeando la blanca piel de uno ...
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