1. Me convertí en el putito de mi tío


    Fecha: 27/07/2021, Categorías: Voyerismo Autor: Oscarjose, Fuente: CuentoRelatos

    Por razones económicas, mi padre tuvo que vender nuestra casa y nos llevó a vivir a casa de mi abuela paterna. Esa casa contaba con 3 habitaciones en el segundo piso, una ocupada por mi abuela, la segunda por mis padres y la tercera por mi hermana menor.
    
    La casa contaba con otras 2 habitaciones en la parte trasera de la casa, que fueron construidas para recibir a las visitas, que tenía mi abuela, esas 2 habitaciones compartían un baño y mi abuela decidió que una la ocupará yo y la otra mi tío, hermano de mi padre, de 27 años.
    
    Mi tío siempre jugó futbol desde muy pequeño, le gusta hacer ejercicio, es un tipo de 175 cm, peso de 85 kg, moreno claro, torso marcado, piernas fuertes, nalgas riquísimas y un trozo de pene riquísimo, pero eso lo supe a las 2 semanas de haber llegado a vivir a esa casa.
    
    Mi tío Armando, siempre tuvo fama de ser mujeriego, parrandero y tomador, a los 2 días de vivir ahí, escuché que llegó alrededor de las 2 am, acompañado de una amiga suya, con la cuál cogió toda la noche, no pude dormir, de estar escuchando los gemidos y los gritos de placer que daba la chica y las guarradas que mi tío le decía, tales como ‘así perrita, te gusta mi verga’...
    
    A la mañana siguiente, cambio mi forma de ver a mi tío, solo lo veía con ojos de deseo y morbo, cosa que él noto, de ahí en adelante, se dejaba ver sin camisa, enredado solo en toalla, incluso lo vi solo en ropa interior, ya fuera bóxer ajustado, bóxer flojos, trusa, bikini, de todos los tipos, para mí ...
    ... era inevitable verlo y él se daba cuenta, solo sonreía de una manera pícara.
    
    Debo confesar que a esa edad yo solo tenía 18 años, delgado, piel blanca estatura 165 cm peso de 65 kg. Y muy buenas nalgas y yo ya tenía la inquietud de estar con un hombre.
    
    Un día al salir de bañarme, me topé con mi tío ya que el baño que compartimos es lo que separa nuestras habitaciones, y al verlo me puse nervioso y más la forma en que él me vio el trasero y escuchar lo que me dijo; sobrino tienes buenas nalgas, eso me hizo ponerme nervioso y entrar a mi habitación rápidamente, mientras él se reía de lo ocurrido.
    
    Pasaron algunos minutos y escuché que mi tío entró a darse un baño, era normal sábado día de parranda y porque no de llevar alguna de sus amigas, en esas 2 semanas de vivir ahí, ya había llevado a 4.
    
    A los 15 minutos después, escuché que me hablo, me asome y pregunte que se le ofrecía, a lo que respondió, pásame la toalla que deje sobre mi cama, entre a su habitación y vi sobre la cama, toda su ropa, el bikini blanco que se pondría, su pantalón y su camisa, junto a todo eso un paquete de condones que seguramente había comprado, tome la toalla y toque la puerta del baño y respondió entra no tiene seguro, al entrar el aún estaba dentro de la regadera, lo vi totalmente desnudo y con su pene medio erecto, no pude dejar de verlo y él solo riendo y tocándose el pene me dijo; sabe que es sábado y hoy le toca remojón, salí rápidamente mientras él solo reía.
    
    Yo que salía muy poco ...
«1234»